Fernando Gonzales propietario de la cabaña Alto Prado, ubicada en Buena Vista asegura que han tenido crecimiento en la producción de leche de cabra y a pesar de que los productores caprinos no son mayoría, no pierden la expectativa de seguir creciendo.
La Cabaña Alto Prado alberga 155 animales (cabras lecheras), de las cuales 84 son para la producción de leche y se producen al día 240 litros de leche de cabra.
Dentro del cuidado que reciben estos animales el propietario manifestó, que manejan un hato en un sistema semi intensivo.
“Es decir que las cabras salen de día a pastoreo y por la noche reciben una suplementación y quedan confinadas. Las cabras se alimentan principalmente de forraje y arbustos”, explicó.
Esta cabaña comercializa sus productos en Buena Vista, Santa Cruz y Cochabamba y en un futuro piensan en exportarlos. En Buena Vista provee de leche a la reconocida Quesería Suiza que produce queso de cabra entre otros. Así también esta cabaña empezó a producir este año sus propios derivados lácteos.
“Estamos enfocados principalmente a la elaboración de yogurt, dulce de leche y queso untable de cabra. La idea a futuro es seguir sacando mayores derivados”, relató entusiasmado Gonzales.
“Estamos en la tercera generación, con la idea de formar una raza muy parecida a las gyrolando, que serían las Anglos”
La cabaña cría cabras lecheras de dos razas: Saanen de color blanca y de origen suizo y las Anglo Nubian de cruzamiento entre raza africana y raza inglesa.
Según su propietario la raza Aglo Nubian se adapta al clima húmedo y la raza Saanen a climas templados a frío.
Gonzales nos dio a conocer sus proyectos futuros como la creación de una raza sintética que resultaría del cruzamiento industrial entre las Razas Saanen y Anglo nubian.
“Venimos trabajando en un proyecto y estamos en la tercera generación, con la idea de formar una raza muy parecida a las gyrolando, que serían las Anglos “expresó muy motivado.
Aseguró que todo esto les genera bastantes expectativas, para poder ver los resultados finales.
“Esperamos que, en dos o tres años, tengamos las primeras cabras cruzadas y así tener una mayor idea de los rendimientos “sostuvo Gonzales.