Así lo planteó Antonio del Dago, de Hacienda La Verónica, quien manifestó que este cruce en realidad es un F1 y no como muchos lo llaman el girolando porque se podría llegar al cinco octavos, tres octavos que sí sería la raza sintética real o girolando.
Ese F1 se utiliza mucho en trópico bajo porque puede ofrecer una cantidad de leche superior a la que entregan las razas adaptadas a las condiciones de estas regiones como el cebú.
Esas vacas F1 cuando se van a inseminar nuevamente o a ponerles toro pueden ser animales de origen cárnico para así producir ejemplares que sirvan para matadero y así se obtiene un doble propósito.
Producir leche en zonas donde el calor es fuerte y los parásitos abundan no es fácil y son pocas las vacas que podrían aguantar entornos de este tipo.
Las razas de origen taurino son las que producen mayores cantidades de leche pero no son capaces de estar en estas zonas, salvo que se les genere un confort especial y que pocos ganaderos podrían proporcionar.
Recordó que en Brasil en los años 40 empezaron a realizar un trabajo genético cruzando razas cebuínas que podían producir alguna cantidad de leche con razas taurinas de mucha producción y fue así como se decidió utilizar el gyr y el holstein.
Se empezó a cruzar en diferentes proporciones llegando a la conclusión que el cinco octavos holstein por tres octavos gyr era la mejor simbiosis, dando como resultado una excelente raza productora de leche pero también carne ya que sus machos servirían muy bien para este fin.
Algunas de las bondades que hace de esta raza una gran alternativa para mejorar la producción lechera en climas cálidos son la rusticidad, resistencia y adaptabilidad. Además, poseen la capacidad de autorregular su temperatura corporal y por eso son capaces de estar en los potreros cuando el sol está en su punto más alto.
Además, poseen una gran conformación muscular y esquelética que permite que se puedan desplazar largas distancias sin problema alguno. Igualmente poseen una gran capacidad ruminal, son capaces de alimentarse con pastos de mala calidad o pobres de nutrientes y son ideales para el manejo de potrero.
Otra característica importante es la longevidad ya que pueden durar en producción hasta los 15 años y la fertilidad acompaña tanto a los machos como a las hembras. Las vacas pueden ser preñadas a partir de los 30 meses lo que demuestra una excelente precocidad lo cual permitirá obtener numerosas descendencias.
Un embrión de girolando es mucho más resistente que el de otras razas bovinas, soporta variaciones mayores de temperatura y en periodo de gestación de la hembra es precoz.
Con un ganado girolando se logra producir leche a un menor costo ya que es eficiente en el pastoreo y es capaz de aprovechar de excelente manera los forrajes de baja calidad.
Son ideales para ser ordeñadas en sistemas de ordeño mecánico sin ternero dando producciones interesantes de 3.500 kilos en 305 días con picos sobre 18 litros aunque en casos excepcionales pueden llegar a dar hasta 40 litros.
En cuanto a los machos, en cebas confinadas, pueden lograr un kilogramo al día; la temperatura de su cuerpo está íntimamente relacionada con la regulación de la temperatura de la bolsa escrotal proporcionando así una mayor producción de espermatozoides viables.