El gobierno de Las Tunas, que tuvo a casi 2,600 campesinos durante varios meses esperando el pago en moneda libremente convertible (MLC) de la leche que vendieron a la industria láctea, indicó que los apagones, las enfermedades en el ganado y algunos problemas burocráticos, les impiden garantizar la entrega de leche a la población que tiene dietas médicas.
Un reportaje del Periódico 26 señala que los ganaderos de Las Tunas sobrecumplen sus planes de producción, pero el Estado lleva meses sin pagarles en moneda libremente convertible (MLC) el extra que producen de leche.
Emilio Luis Kindelán, presidente de la cooperativa “Eduardo Pérez Sánchez” explicó que de enero a octubre de 2022 los ganaderos entregaron mensualmente 331,522 litros de leche, para el 142% de cumplimiento. Cubrieron todo lo pactado y algunos hasta transportaron la leche, pero el Estado no cumple su parte.
“Tributamos a los acarreadores, tenemos un tractor que traslada el producto al Lácteo (…) Con respecto al pago en moneda nacional no presentamos dificultades, a pesar de que han existido retrasos, pero en el caso de la MLC por concepto de sobrecumplimiento no la recibimos desde julio del 2021“, dijo Kindelán.
Gregorio Torres Cobas, subdelegado de Ganadería en Las Tunas dijo que el gobierno debe más de 400 mil pesos a unos 600 campesinos. “Ellos se esfuerzan, sobrecumplen y no reciben lo justo. Esto ha provocado que muchos se desmotiven y vendan la leche por su cuenta”.
Arael Martínez Teruel, director de la Empresa de Productos Lácteos, no se refirió a los retrasos en los pagos. En cambio, mencionó otros problemas que inciden en la distribución de la leche.
Comentó que enfrentan una afectación diaria de alrededor de 13 mil litros y no tienen disponibilidad para respaldar las dietas médicas”.
“Las condiciones objetivas que tenemos hoy no nos dejan satisfacer todos nuestros compromisos sociales”, dijo y argumentó que de la leche que reciben cada día de los ganaderos, “hay que descontar alrededor de tres mil litros que vienen de la zona de Hermanos Mayo” porque contienen la bacteria Brucella y no pueden destinarse al consumo de la población.
El problema de la enfermedad del ganado está desde hace varios años, porque “lleva un tratamiento demasiado costoso”. Sin embargo, esa leche se acopia solo para la industria que sí puede procesarla y utilizarla en otros fines.
Martínez Teruel culpó también a los apagones, por la pérdida de un alto por ciento de la producción de leche en medio de la actual crisis de alimentos en Cuba.
“Nosotros contamos aquí con un grupo electrógeno, pero los 128 termos que reservan el surtido en las comunidades no tienen respaldo energético y cuando están un tiempo sin electricidad aumenta la acidez y no podemos contar con ese porciento para la distribución diaria”, dijo el funcionario.
De los 65 mil litros que se acopian a diario en la provincia, se pierden entre 15 a 18 mil por altos niveles de acidez. La situación de escasez de leche en Las Tunas no mejorará porque ahora comienza la época seca y la producción en la zona disminuye.
Las personas con dietas médicas deberían recibir 10 litros de leche cada mes por la libreta, pero ni eso logra garantizar el estado cubano. La insatisfacción de la población con este asunto es muy grande, porque afecta directamente la salud y la calidad de vida de las personas.
En octubre un reportaje de la prensa oficialista reveló que a 2,596 ganaderos de Las Tunas el Estado les debía 104,972 pesos en MLC.
Las Tunas es una de las provincias que más leche ha entregado a la industria por encima del plan fijado. Los ganaderos estaban motivados por el acuerdo con la empresa de productos lácteos local que fijó una la tarifa de 15 centavos en MLC por cada litro comprado fuera del plan contratado. Sin embargo, ese dinero no les llega.