Mientras el gobierno sigue sin reglamentar las compensaciones que prometió a los sectores afectados por la renovación del “dólar soja”, que son muchos y más vulnerables que los pocos sojeros que decidan vender sus stocks a un tipo de cambio inflado de 230 pesos, la industria láctea se solidarizó con uno de los rubros quizás más perjudicados: los productores que la proveen de leche.
En un inusual comunicado conjunto, las tres cámaras que agrupan a las empresas lácteas se manifestaron preocupadas por esta situación, que repetirá en diciembre los problemas que ya había generado el dólar soja en septiembre pasado: como en los tambos se utilizan componentes de soja en las raciones para las vacas lecheras, lo que parece una ventaja se transforma en un dolor de cabeza para los productores, ya que inmediatamente le suben los costos. Es lo que sucede además con los productores de otras proteínas animales, como las carnes y los huevos.
“Las cámaras que nucleamos a las industrias lácteas argentinas, el Centro de la Industria Lechera (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APyMEL) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), expresamos nuestra profunda preocupación por los efectos negativos que tendrá sobre toda la cadena el reciente restablecimiento del Programa de Incremento Exportador, más conocido como dólar soja”, define entonces el comunicado.
Las lácteas de todo color y tamaño hicieron notar que por efecto del dólar anabolizado, “habrá un inevitable impacto alcista sobre las cotizaciones promedio principalmente de la soja, pero también del maíz y de la mayoría de sus subproductos, y en definitiva sobre el costo de alimentación en el tambo. Un efecto similar se prevé en las renegociaciones de los contratos de alquiler de la tierra, muy frecuentes en nuestra actividad”, avisaron.
En este contexto, los fabricantes de leches, quesos y otros lácteos dijeron que “la medida adoptada agrega un ingrediente más en detrimento de la alicaída rentabilidad de la cadena, y por lógica en los niveles productivos proyectados, justo en un momento en el que varias de las industrias asociadas a nuestras cámaras participan en el nuevo Programa Precios Justos, que en su parte medular establece precios fijos durante el trimestre para los productos listados, y aumentos máximos del 4% mensual para el resto de las categorías”.
Luego de mencionar a la fuerte sequía como otro factor que incide negativamente en los costos de los tambos, las lácteas “reclamamos a los funcionarios acciones concretas tendientes a aliviar la difícil situación por la que atraviesa la producción primaria de leche, agravada por el relanzamiento del dólar soja, y que lógicamente afectará también de manera significativa a nuestras industrias asociadas”.