La bacteria láctica, bacteria que se podría llegar a encontrar en el yogur, Lactobacillus rhamnosus, está identificada como CRL1505 por su pertenencia a la colección de cultivos del CERELA. El proceso de su identificación y estudios para comprobar su capacidad probiótica estuvo a cargo de la investigadora del Consejo María Pía Taranto como responsable técnica del proyecto acompañada por un grupo de investigadores/as y profesionales técnicos del CONICET en el CERELA: Graciela Font, Susana Álvarez, Susana Salva, Julio Villena, Martha Nuñez, Verónica Molina, María José Fornaguera, Lourdes Cruz Pintos y Mariano Obregozo.
“Estudios científicos y tecnológicos que comenzaron hace más de 20 años, han demostrado que esta cepa es capaz de estimular el sistema inmunológico, aumentando la respuesta inmune local y sistémica, optimizando así las defensas naturales. De esta manera, el organismo se encuentra en mejores condiciones inmunológicas para prevenir o afrontar infecciones respiratorias e intestinales generadas tanto por virus como por bacterias”, afirmó Taranto.
En el proceso de desarrollo de la tecnología, la cepa CRL1505 transitó diferentes fases de investigación necesarias para obtener este estatus siguiendo los requisitos de los entes regulatorios pertinentes tanto nacionales como internacionales. Estas fases incluyeron exhaustivos ensayos in vitro y estudios preclínicos y clínicos que demostraron la seguridad y eficacia del producto.
Este convenio público-privado con la empresa Danone consiste en el licenciamiento de la cepa CRL1505 para ser incorporada en su línea de yogures y así poder ofrecer productos con propiedades funcionales como alimentos probióticos.
“La incorporación de la cepa CRL1505 a la línea de productos de una empresa de la envergadura de Danone que apuesta a la ciencia y tecnología nacional, permitirá poner a disposición de toda la sociedad alimentos con valor agregado con efecto benéfico en salud comprobado científicamente“, señaló Taranto. Y agregó: “Ver convertirse los resultados de años de investigación básica y aplicada en un producto con beneficio para la salud de las personas nos genera una enorme satisfacción y orgullo; nos ratifica el camino que elegimos al hacer ciencia en nuestro país y poder contribuir a la soberanía científica argentina con investigación de calidad y alta competitividad”.
La científica del Consejo también destacó “que todo este camino se logró de manera colectiva, con el trabajo de todo un grupo de científicos y científicas, y con el apoyo y acompañamiento de nuestras instituciones de pertenencia, CERELA y CONICET, y de los estados provinciales y municipales que apoyaron y valoraron el proyecto, así como las entidades privadas que confiaron y adoptaron este desarrollo científico”.
Desde la Gerencia de Vinculación Tecnológica (GVT) del Consejo, área estratégica que facilita la conexión entre las demandas de innovación tecnológicas de los diversos sectores de la sociedad y los equipos de investigadores/as y profesionales del CONICET, se acompañó tanto en el proceso de negociación de la licencia de la tecnología como en el asesoramiento técnico por parte de nuestros investigadores e investigadoras del grupo del CERELA en la etapa de presentación del producto para su aprobación ante la autoridad regulatoria.
Danone como empresa líder en alimentación apuesta a la innovación y desarrollo científico para desarrollar productos beneficiosos para la salud. Con el lanzamiento de la nueva línea de “Yogurísimo” se apunta a fortalecer la articulación publico privada en proyectos de negocio con gobierno y organizaciones sociales.