La responsable de la pyme argentina Lácteos Luz Azul pasó de vender quesos a vender franquicias. De esta forma, transformó el modelo de negocio de la firma nacida en 2012, convirtiéndola en la única franquicia del rubro que se origina desde una fábrica y no de un distribuidor.
“Esto implica la eliminación de intermediarios en la mayor parte del mix de productos a comercializar, mejorando considerablemente los márgenes y ofreciéndolos inmejorables condiciones de competitividad en su mercado”, explica.
En diálogo con iProfesional, Benac analiza la actualidad del mercado lácteo. La situación inflacionaria del país está impactando en un consumo deprimido de los productos lecheros y de los productos de la canasta. En este sentido, la directiva de Lácteos Luz Azul plantea que tanto los empresarios del sector, como los consumidores se enfrentan con “una incertidumbre terrible de precios y el aumento descontrolado de los costos de la materia prima”.
“La parte productiva del país entero se vio afectado por la sequía”, agrega. “El productor antes podía alimentar a pastoreo, pero la sequía destruyó todo y los costos del suplemento alimento balanceados dolarizados produjo quebranto al sector”, advierte.
Sin embargo, remarca que “este 100% de pérdida no se puede trasladar más a los precios porque el bolsillo de la gente no resiste más y nadie, ni siquiera los empresarios, se beneficia con la inflación”.
Los productos en los que más impacta la inflación
Por el lado de las ventas, el queso cremoso sigue siendo el más vendido por su precio y múltiples formas de usarlo: en el 2022, la empresa vendió 1 millón de kilos y, en paralelo, hubo un incremento del 40% en el sardo estacionado y un 50% en muzzarella.
“Somos muy conscientes de que para el consumidor se han vuelto inalcanzables los precios de muchísimos alimentos, hoy un queso está más de 1.000 pesos el kilo y vemos que cada día piden un pedazo más chico”, analiza Benac. Y añade: “Notamos que los quesos más vendidos son los de pasta blanda, que son los más económicos”.
Según señala la vocera, “Luz Azul está haciendo grandes esfuerzos por mantener lo más bajo posibles los precios de sus productos, que siempre fueron de los más competitivos del mercado, en productos de gran calidad. Lo hacemos a costa de un gran achique del margen como un modo de seguir produciendo y sosteniendo la producción pese a la caída de la rentabilidad”.
Nuevas franquicias: el foco de Luz Azul
Desde la visión de la empresaria, la rentabilidad será mucho menor y el foco estará en abrir nuevas franquicias. Si bien el panorama no es muy alentador para la producción, Benac apunta a sostener el gran crecimiento experimentado por Luz Azul en los dos últimos años.
La empresa fortaleció su modelo de negocios de franquicias con el que sumó un total de 70 locales de la cadena en todo el país. En la actualidad, la pyme elabora más de 30 millones de litros de leche por año y cuenta con más de 500 colaboradores. Alcanzó una facturación de $500 millones en 2022 y la proyección para este año es abrir 10 franquicias, y lograr un crecimiento entre el 10 y el 15%.
“Queremos seguir abriendo franquicias”, sostiene. “Para este año, nuestra proyección será de 10 nuevas para que la empresa no desborde y el barco se mantenga”. El foco estará puesto en trabajar firmemente en conjunto con los franquiciados para optimizar los costos y hacer los locales más rentables.
Por otro lado, para Luz Azul la clave estará en la capacitación de los franquiciados. En línea con esto, comenta que el principal problema es el recurso humano. “Hay muchísima rotación y hay falta de protección al empleador. Tomar un empleado termina siendo un riesgo siempre. El 50% de nuestros franquiciados tuvieron que despedir personal por diferentes tipos de hurtos dentro del local”, ejemplifica.
Sin embargo, la directiva está convencida de que el emprendedor “siempre tiene que poder sortear los obstáculos que les plantea el mercado”. Para ella, en todas las crisis hay una oportunidad. En este caso, expresa: “Para invertir en un contexto adverso hay que ser muy profesional, tener clara las ventajas y desventajas del negocio que voy a emprender midiendo las situaciones y costos. Y obviamente, no quedarse quieto sino saber que el esfuerzo va a ser el doble que un contexto propicio”.
En este escenario, Benac asegura que las franquicias son una gran oportunidad de inversión. “Son un modelo ya probado y no hay pérdida de tiempo en prueba error. Eso ya pasó. La empresa corrió todos los riesgos y ahora tenemos un negocio súper probado”, dice.
Para concluir, destaca que “el valor de la empresa y su crecimiento viene de la parte productiva, tecnificación y de lo comercial, posicionando la marca y manteniendo la relación precio y calidad, que es lo que la gente más se fija”.