Las dietas que excluyen alimentos de origen animal están provocando una bajada en la producción de lácteos.
En España se cierran 700 explotaciones ganaderas al año, prácticamente dos al día. La industria del vacuno de leche ha atravesado grandes dificultades en los últimos tiempos, llegando, en agosto de 2021, a percibir cada ganadero 21 céntimos por cada litro de leche que vendía. Hoy en día esta cifra ha aumentado un 65% hasta alcanzar los 60 céntimos por litro, que se traduce en un precio de mercado para el consumidor de 91 céntimos. Además, durante el último año la producción de leche ha descendido en España un 3%.
Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), ha comentado a Confidencial Digital que “en estos momentos los precios han experimentado una subida más que sustancial que nos permite cierta viabilidad, lo cual no va a evitar que haya ganaderías que desaparezcan. El problema es que los costes de producción son brutales con unos márgenes para el ganadero muy estrechos”.
Por su parte, la Asociación de Ganaderos Productores de Leche (Agaprol) ha señalado a ECD que “la leche en España sigue siendo un producto de primera necesidad y un alimento básico, que nos define como mamíferos. Actualmente somos un país deficitario en la producción y el consumo de lácteos ya que importamos el 25% de los productos. Importar más no tendría sentido porque los precios extranjeros son muy superiores a los nacionales, y a nivel de sostenibilidad y contaminación tienen que recorrer miles de kilómetros para que lleguen aquí. Por eso nosotros entendemos que la ganadería de vacuno de leche en España tiene mucho futuro”.
¿Cómo afecta el veganismo?
Adoración Martín, responsable del sector de vacuno de leche de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ha explicado a este medio que: “Se ha producido una disminución en el consumo de leche líquida. Hay unos lobbys en el Parlamento Europeo contrarios a los animales, de gente vegana, que no quieren que se conozca los beneficios que tiene la leche: el producto más completo a nivel alimenticio. Por esta, y otras razones, el futuro yo lo veo muy negro”.
El técnico responsable de ganadería de Asaja, Arturo Hernángomez, ha expresado a Confidencial Digital que “el veganismo es un asunto que se está notando en la producción. La tendencia de consumo de las bebidas que simulan a la leche -que es ilegal que se llamen leche- nos dan motivos para preocuparnos, porque acaban actuando como sustitutos”.
Desde COAG señalan que “a finales del siglo pasado cada español consumía de media al año 118 litros de leche líquida, y ahora estamos en 70 litros por habitante (un 40% menos). Tenemos motivos por los que vislumbramos el futuro con incertidumbre, como el animalismo o el veganismo, que también han afectado mucho al sector. Algunos no entienden de dónde vienen la leche y cómo funciona el campo, y veremos cómo se gestiona todo esto que puede afectar mucho a la profesión”.
Agaprol ha recalcado que “el boom de las bebidas vegetales, mal llamadas leche, tiene componentes que demuestran su falta de viabilidad. La leche lleva acompañándonos millones de años, y su capacidad nutritiva está claramente por encima que en el caso de las bebidas vegetales. Además, el precio de sus productos es caro para el consumo de una familia media”.
“A nosotros se nos ataca por temas de contaminación y de daño de la capa de ozono, pero con el paso del tiempo a los productos de origen vegetal también se les achacará el consumo que tienen de materias primas y de energía que emplean para su producción. En definitiva, la leche de vaca es más ecológica que las bebidas vegetales, y también más competitiva”, han añadido desde la asociación de ganaderos.
El relevo generacional
Los trabajadores que se dedican al campo y a la ganadería tienen una edad muy cercana a la jubilación. Arturo Hernángomez, de Asaja, ha subrayado que “de acuerdo con las estadísticas del INE, la media de edad de los agricultores es de 61 años, y en el sector ganadero está en torno a los 58. Hay muchas explotaciones pequeñas de titularidad compartida en lugares como Galicia o Cantabria. Cuanto más pequeñas son tiene menos rentabilidad, y poco a poco se van a ir perdiendo. Es una vida sacrificada, sin vacaciones, y el resultado es que se va a concentrar el mercado”.
La responsable del vacuno de leche de Unión de Uniones ha afirmado que: “que actualmente un agricultor o un ganadero empiece de 0 -se dedique a lo que se dedique- es materialmente imposible. Para empezar una producción se necesita una inversión de entre 500.000 y 1 millón de euros. ¿Qué joven de hoy en día puede conseguir ese dinero? Mucho me temo que la agricultura y la ganadería van a pasar serias dificultades”.
La Asociación de Ganaderos Productores de Leche considera que “la ganadería es un trabajo sacrificado, pero nosotros tenemos un punto de cierto optimismo. Se han optimizado mucho las explotaciones ganaderas, con robots de ordeño y salas eficientes, lo que permite una menor cantidad de trabajo. El futuro pasa por que las granjas sean rentables, e incorporar al sector una rentabilidad mínima. Lo que no puede volver a ocurrir es que se produzca a pérdidas, como ha ocurrido hasta el segundo semestre de 2022”.
En España no existen las ‘macrogranjas’
Una de las críticas más feroces que se hace desde ciertos sectores político-sociales a la ganadería es el auge de las llamadas macrogranjas, explotaciones intensivas en naves industriales. Desde Agaprol han aclarado que “en nuestro país no existen las macrogranjas, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o en la India. Tenemos unas explotaciones de mayor tamaño, y otras de menor, pero España se cumple con la normativa de bienestar animal europeo, que limita las granjas a 850 Unidades de Ganado Mayor (UGM). El hecho de que se cierren explotaciones ganaderas provoca que se aumenten las que están más cerca, pero siempre conforme a la Ley”.
Además, “en los últimos cinco años se han tenido que sacrificar en España más de 70.000 vacas nodrizas, es decir, un 8,2% de la cabaña total de vacuno de leche. El sacrificio de animales ha sido motivado por la falta de rentabilidad en la producción, el incremento en las exigencias en el manejo de aspectos sanitarios o de bienestar animal y medioambientales y también por la subida del precio de las canales en los mataderos”, ha agregado la asociación.
El portavoz de Asaja ha mencionado que “en las granjas grandes, inevitablemente, se da un mayor bienestar; son más profesionalizadas y limpias porque tienen más medios. Los que se hacen llamar ecologistas extienden datos que no se ajustan a la realidad y que son mentira, como que los ganaderos contribuimos al cambio climático y a la destrucción de la capa de ozono”.