Allí desfilaron dirigentes regionales de la entidad, históricos y miembros de otras agrupaciones con una amplia gama de reclamos, con dos destinatarios: El Gobierno Nacional y los propios integrantes de la Mesa de Enlace.

La lista de oradores fue amplia, y los reclamos también. Eliminación total de los derechos de exportación, eliminación de las regulaciones para la exportación, tipo de cambio, créditos blandos, ley de arrendamientos, entre otros.

De esos pedidos, lo más excluyente resultó el pedido a sus propios dirigentes, aquellos que son los que tienen el diálogo con el Gobierno Nacional. Con muchos discursos encendidos, se les reclamó que no pueden volver a sentarse con autoridades nacionales, y menos aún manifestar conformidad con lo dicho.

A Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural le reclamaron que celebre el cambio de arena de la pista central del predio ferial, y no atender los reclamos sectoriales importantes. Se les reclamó a los cuatro dirigentes que no acompañaron movilizaciones, lo que acrecentó el malestar mostrado hoy. A Jorge Chemes le reclamaron que abandonó a los pequeños productores. Esos son algunos ejemplos del fuerte fastidio hacia la conducción de parte de sus propios afiliados. Las agrupaciones más radicales, o combativas, como Grupo Independencia, o los Autoconvocados, paradójicamente no fueron los más encendidos contra la Mesa de Enlace.

Hubo espacio entre los oradores para históricos dirigentes gremiales que pertenecen a Federación Agraria y que fueron protagonistas de la gesta de 2008: Ulises “Chito” Forte y Omar Barchetta, vicepresidentes de la entidad de aquel entonces, intentaron morigerar los enfáticos reclamos hacia los representantes generales.

El propio Barchetta explicó a Bichos de Campo: “Intenté defenderlos, claro. Entiendo la bronca que existe y uno busca agarrársela con el que tiene más cerca, en este caso la Mesa de Enlace. Se equivocan. Tienen problemas, por su puesto, pero todo lo que han hecho es intentar encontrar las soluciones a través del diálogo. Una vez agotadas esas instancias, no nos queda otra que la lucha. Creo que la Mesa no es culpable de lo que acá pasa. El culpable está en otro lado”.

En ese sentido, el también productor profundizó “Lo que escuchamos hoy son expresiones que surgen de la bronca, pero nosotros hoy tenemos una asamblea acá, debe salir de esta asamblea alguna resolución, pero eso tiene que ser consensuado en todo el país. Creemos que vamos camino a endurecer el diálogo. El Gobierno no puede venir con promesas incumplidas. Creo que los recursos están, porque los aportes se hicieron, desde las retenciones. Hay 158 mil millones de recaudación durante 20 años. Que no tengamos un seguro multiriesgo es una vergüenza”.

Esa defensa que ensaya el santafesino tuvo asidero en el posterior discurso de cierre de Carlos Achetoni, que respondió a ese malestar a los gritos, encendido, llegando a exigir unidad, paciencia. En concordancia con algunos oradores más acérrimos, anunció el fin de la paciencia y la buena onda con el Gobierno, y particularmente con el ministro Sergio Massa.

“Le damos hasta el lunes de la semana siguiente (al ministro) para que responda efectiva y positivamente a los reclamos del sector por la sequía, que van desde suspender los juicios y embargos y cancelar para todos los pagos de anticipos de Ganancias (…) si no tenemos respuesta, desde hoy nos declaramos en alerta y movilización”, anunció Achetoni.

Esas palabras, y todo el enardecido discurso que dio Achetoni tuvieron buena aceptación entre los cerca de 400 asistentes a la asamblea. A medida que el presidente de Federación Agraria pedía unidad, y anunciaba las medidas, donde según el busca interpelar a todo el arco político (ejecutivo, legislativo, opositor u oficialista) las arengas tenían eco en los y las productoras que lo miraban casi sorprendidos de esta actitud. ¡Muy bien! ¡Por fin!, ¡Eso necesitamos! Se escuchaba luego de cada enfática oración emanada por el mendocino.

Escuchá lo que dijo Achetoni:

Con estas frases, arengas y el anuncio de la medida que decidió, logró ganar algo de tiempo con sus bases, los que representa. Tanto el, como Jorge Chemes, Nicolás Pino y Elbio Laucirica, luego de llevarse varias cachetadas de parte de la asamblea, endurecieron su postura respecto a la política, cansados de que los usen de un lado y los golpeen por el otro. Solo resta esperar al 13 de marzo, plazo que dispuso el presidente de Federación Agraria para esperar medidas concretas de alivio real para los productores. A partir de ahí se verá si esta postura tiene resultado, si las movilizaciones se realizan, si efectivamente van a “abrir el Congreso a patadas si es necesario”, o si la habilidad y el marketing político del ministro de economía prevalece. Por ahora parece que la cuerda se tensó hasta cortarse, y la dirigencia rural finalmente gritó bajo el intenso calor de febrero.