Hay coincidencia en que el beneficio para que los sojeros liquiden lo producido con un dólar a 300 pesos perjudica a la lechería, porque, entre otros puntos, los que alquilan deberán pagar más por el uso de la tierra y los insumos también se encarecen. Buscan “salvar” al sector pidiendo que lo declaren economía regional
Desde que el ministro Sergio Massa anunció la implementación de un dólar diferencial de $300 para las exportaciones del complejo sojero y las economías regionales, se escucharon cuestionamientos de distintos representantes de la lechería.
Fundamentalmente, reclaman ser incluidos como economía regional de manera integral, para que sean alcanzados por el programa.
Ese pedido lo hicieron los gobernadores de la Región Centro y también entidades como Apymel.
Desde esa entidad piden que incluyan a las exportaciones de productos lácteos, “para no seguir relegando los negocios”, indicaron.
Y agregan: “El incremento del valor de la principal proteína, que es la base de la alimentación en los tambos, genera la necesidad de aumentar el precio de la leche, cuyo impacto directo abarca a todos los lácteos. Es así que queda clara la necesidad de equiparar la relación de precio de un kilo de soja con un litro de leche para mantener viable el negocio tambero”.
Al respecto, el titular de Apymel, Pablo Villano, dijo a El Diario que “lamentablemente, tenemos que salir a decir en un comunicado lo que no podemos decirle al ministro, porque aún no nos recibe”, informando que desde noviembre tienen pedido de audiencia con el titular de Economía de la Nación. “Hasta ahora, recibieron a las grandes empresas, lo que nos parece bien, pero nosotros tenemos una situación diferente y la queremos hacer saber”, agregó.
Sobre el programa conocido como “dólar soja”, señaló que hay economías regionales que están incluidas, pero que en el caso de la lechería solo sumaron los quesos, “pero no a la leche, que es la que más incidencia tiene”, cuestionó Villano.
Dijo que, al liquidar la soja a un dólar más alto que el exportador, las otras economías del campo quedan relegadas. Por un lado, el tema del aumento de la soja, que es uno de los granos utilizados para alimento animal que terminará subiendo de precio, y por el otro, la situación de productores, que “entre el 50% y el 60% están en campo alquilado y ese alquiler está fijado mayoritariamente en quintales de soja”, dijo, al señalar que los que arriendan para la actividad lechera tendrán un aumento en el costo del uso de la tierra sin el beneficio del dólar especial.
“Es cierto que el Gobierno promete compensar, pero para el dólar soja II, la compensación se dio en base al programa de Impulso Tambero -anunciado por el propio Massa en Villa María-, pero recién a fines de marzo algunos empezaron a cobrar la primera de cuatro cuotas”, informó Villano, expresando la preocupación porque la compensación llega varios meses después de que aumentaron los costos.
Por otra parte, dijo que se encuentran en una encrucijada porque el programa Precios Justos, en el que están las grandes industrias lácteas, pone un techo al precio del producto final, por lo que no tienen de dónde “salvarse” del aumento de costos.
“Estamos en una situación muy grave, las provincias salieron a pedir, igual que nosotros, que la lechería sea economía regional, pero también necesitamos que los bancos de esas provincias ofrezcan líneas de crédito de al menos una liquidación a tasa subsidiada, porque hay muchos productores que ni siquiera han podido hacer reserva”. Villano manifestó que ellos, como representantes de la mediana y pequeña industria láctea, compran la materia prima a productores medianos y pequeños. “Ya se sufrió la sequía, y ahora esto”, concluyó.
Provincias
Los gobernadores de la Región Centro, Juan Schiaretti (Córdoba), Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), solicitaron a través de una nota enviada al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación, Juan José Bahillo, que la producción lechera en las tres provincias sea declarada economía regional, para consolidar la actividad como herramienta del crecimiento económico de los pueblos y ciudades del interior productivo.
Indicaron, además, entre los argumentos del pedido, que la declaración de la lechería como economía regional generará un alivio a la grave situación de la lechería del país, especialmente en la Región Centro.
La solicitud se fundamenta también en el hecho de que las provincias de la Región Centro concentran más del 70% de los tambos del país, conformando la principal cuenca lechera de Argentina y Sudamérica, y también liderando las exportaciones de los productos lácteos.
En 2022 se produjeron 8.100 millones de litros de leche en 7.300 establecimientos lecheros, que generan más de 44.000 puestos de trabajo de manera directa. A su vez, hay más de 260 empresas que procesan y elaboran productos lácteos.
Más allá de las particularidades de cada provincia, mantienen características productivas similares, lo que hace que la producción sea homogénea. De hecho, económicamente, es un espacio de concentración de unidades productivas que comparten patrones comunes de producción, problemáticas y/o proyectos, y socialmente presentan fronteras difusas.
A su vez, la lechería se encuentra atravesando los efectos de la sequía, que profundizó la mala situación de pasturas, impidiendo la generación de reservas para producir leche durante el invierno. Por ello, se estima una reducción del 15% de la producción láctea venidera en la región.
“Teniendo en cuenta que el Gobierno nacional lleva adelante el Programa de Impulso de Desarrollo de las Economías Regionales, se solicita la declaración como economía regional. Ese programa se sustenta en dos ejes: asistencia financiera y asistencia técnica. El primero busca mejorar la competitividad, la infraestructura rural y promover el acceso a los mercados externos; y el segundo, a favorecer la transferencia de las innovaciones tecnológicas que surgen en el sector”, indicaron los gobernadores.
“Más allá de este pedido, Córdoba sigue sosteniendo que es urgente modificar el negocio agropecuario; se deben eliminar las retenciones y tener un tipo de cambio único, competitivo para el sector productivo, tal como sucede en otros países”, concluyeron.