De acuerdo al trabajo, hasta enero se logró mantener la producción de leche incrementando el costo de producción por suministro de mayor suplementación. En febrero se constató una pérdida de producción de leche del 9,3% respecto al mismo mes del año anterior, atribuible a la seca.
Utilizando el método basado en el cálculo de la menor producción de pasturas y cultivos forrajeros del seguimiento forrajero satelital de Conparole, se estimó que por concepto de mayor suministro de suplementos y por menor rendimiento de los cultivos de verano para silo planta entera el costo incremental fue de 5,4 centavos de dólar por litro producido anual lo que implicaría US$ 113 millones para todo el sector.
Los kilos de materia seca producidos en los seis meses que van de octubre a marzo se compararon con el promedio de los últimos 5 años y la diferencia de producción se atribuye a la sequía.
“Para el mes de marzo de 2023, que no se disponen aún de datos de crecimiento, se estimó una reducción de la producción de materia seca del 40%”, indicó el trabajo del Inale.
A su vez se estimó el impacto de la seca en la remisión futura de leche en una disminución de 61 millones de litros para el año 2023, lo que implicaría una menor facturación de US$ 23 millones.
El pasado 21 de marzo, el Inale realizó una actividad denominada “Perspectiva de precio 2023”, donde se presentó la proyección del precio de la leche en tambo para el año 2023, situándose el valor esperado en 0,37 dólares por litro, con un mínimo de 0,35 dólares y un máximo de 0,39 dólares utilizando el modelo ARDL (autorregresivo de retardos distribuidos).