En el último año la variación de los precios de la leche observa un aumento del 32,6% y el de los derivados lácteos 18,1%. Una bolsa de leche en tiendas de la capital antioqueña cuesta tranquilamente $4.000, cifra que un año atrás era de $3.400.
¿Qué ha hecho que este alimento clave de la canasta familiar haya escalado tanto? El presidente de Alpina, Ernesto Fajardo, explicó que el fenómeno obedece a múltiples factores como el clima, la infraestructura vial para sacar el producto desde las zonas de producción hacia los mercados, y las variables macroeconómicas como la inflación que le pega a los costos de producción, la tasa de cambio de dólar y el alza en las tasas de interés, que todo sumado afecta a la industria lechera.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el empresario precisó que esta empresa ha tenido un aumento del 46% en el costo de la materia prima, y mediante las mayores eficiencias implementadas se ha trasladado al consumidor alrededor del 30%, en línea con las cifras del Dane.
Fajardo también hizo referencia al desempeño del año anterior, comentó cuál ha sido la dinámica del negocio en lo que va de este año y los planes de la empresa para los meses venideros.
Vale anotar que en 2022 Alpina reportó ventas $3,6 billones, logrando un crecimiento del 70%.
Este resultado incluyó por primera vez las ventas de Clover Sonoma en California que sumaron $1,1 billones, así como las operaciones en Ecuador, Boydorr y Atlantic Foods.
¿Es posible hacer una previsión de lo que vaya a pasar con el precio de la leche?
“Esta actividad depende de muchas variables y la gente cree, por ejemplo, que en invierno hay más leche pero lo cierto es que las vacas se estresan y bajan hasta en un 10% la producción de un día para otro. Algunas fincas se inundan, y en Antioquia algunos ganaderos debieron trasladar los animales para poderlos alimentar. El costo de los alimentos tiene su efecto, y hay quienes rebajan la comida para las vacas lo que merma su producción lechera. Vemos que en términos de clima hay estabilidad, la producción empieza a crecer y sabemos que un mayor precio reducirá el consumo, así que el interés es llegar al precio justo. Ahora, en un escenario de un eventual fenómeno del Niño estamos tomando ciertas precauciones”.
¿Cómo se está preparando para un posible Niño?
“El año anterior invertimos en una pulverizadora, y en las última semanas ante excedentes de leche que no han salido al mercado la hemos pulverizado para guardarla y tenerla en reserva. De hecho, la pulverizadora ha estado prestando servicios a otras empresas que están pensando lo mismo, y así enfrentar una eventual faltante de leche”.
El año arrancó con el cierre de la vía Panamericana en el suroccidente colombiano, ¿cuál es el efecto?
“Esa parte del país nos representa el 12% del acopio de leche y debe pasar por esa carretera, incluso para llegar a Sopó en Cundinamarca. Por esta contingencia hemos perdido alrededor de un millón de litros, pues las demoras en el transporte hacen que en ocasiones el líquido no llegue en las condiciones requeridas para procesarla. Antes, una tractomula que salía de Guachucal, Nariño, hacia nuestras plantas tardaba 12 horas, hoy demora hasta 40 horas por los pare y siga y otras complejidades, lo que eleva los costos por más consumo de combustibles y horas extras de trabajo”.
¿Qué ocurre en las empresas cuando el Banco de la República sube sus tasas de interés?
“Si bien es cierto que la deuda es un elemento manejable, cuando la tasa sube 2,5 veces frente a la que teníamos (5% hace un año a 13% en la actualidad), el capital de trabajo que está en inventario, en cuentas por pagar se vuelve más oneroso, por lo que hay que ser mucho más cuidadoso con esas inversiones. Así que estamos tratando de mejorar en nuestra capacidad de planificar, ser más eficientes y tener a la compañía mirando hacia adelante”.
¿Qué contempla el plan de inversiones de este año?
“Estimamos unos $70.000 millones, de los cuales parte se destinará a modernización de equipos para ser más eficientes. En pulverización están apareciendo nuevos productos, lo que demanda recursos adicionales. También invertimos en innovación tecnológica y en el frente digital para llegarles a los consumidores e interactuar con ellos. Otra área importante es la de sostenibilidad, en lo que avanzamos significativamente en carbono y plástico neutro, pero nos toca seguir empujando en materiales de empaque y la capacidad de reciclar”.
¿Que hitos recientes logró en sostenibilidad?
“La compañía logró recoger la misma cantidad de plástico que puso en el mercado y neutralizar las emisiones de gases efecto invernadero en sus operaciones, como lo suscribió durante el lanzamiento de su nueva esencia hace dos años”.
El año pasado se anunció que Alpina exportaría Bon Yurt a Estados Unidos desde la planta de Entrerríos, en Antioquia, ¿ya arrancó esa operación?
“No. Dados los cambios en el suministro de leche y por contingencias que hemos tenido en la reducción de algunos otros productos, la mayor producción efectiva de Bon Yurt de esa planta la destinamos al mercado nacional. Mantenemos esa iniciativa, así que será cuestión de tiempo para llevar más de ese producto al mercado norteamericano donde se vende muy bien”.
¿Que opinión tiene de las reformas que está planteando el gobierno de Gustavo Petro?
“Somos conscientes alrededor de la voluntad de cambio y que hay temas que así lo requieren como lo laboral, pensional y la salud. Lo más importante es avanzar en el cómo, en la forma. Es necesario respetar cada instancia, escuchar y trabajar con el Congreso y ver qué es lo más conveniente para el país. El cambio es bueno, pero hay que asegurarse de que las soluciones no sean una cura rápida para ciertas cosas, sino que hay que entender cuáles son los impactos adicionales para el resto de los colombianos. Como dice la canción: que la cura no resulte peor que la enfermedad. La reforma tributaria nos dio confianza en el sentido de que hubo escucha y que fuimos capaces de conversar y aunque no hubo consensos absolutos se logró una fórmula viable. Esperemos que eso pase con las reformas que se están promoviendo”.
¿Cuál es el volumen de captación de leche que tiene actualmente la compañía?
“Captamos unos 880.000 litros al día, de los cuales el 26% corresponde a Antioquia (228.800 litros), y alrededor del 35% es de la sabana cundiboyasence. El volumen récord ha estado cerca del millón de litros por día”.
¿Cómo ha sorteado las quejas de los consumidores por la reciente escasez de mantequilla?
“En eso ha sido muy útil el aspecto digital y de la mano de aliados hemos podido explicar las causas del fenómeno, y orientarlos hacia los sitios donde estaba disponible el producto. Eso nos mostró que ese tema evoluciona y mejora, y ofrece una comunicación de doble vía, por lo que es necesario seguir invirtiendo”.
¿Y en cuánto a productos, vienen novedades?
“Ya estamos haciendo pruebas en sitios de retail con quesos maduros y una cava oculta que próximamente daremos a conocer“.