La American Farm Bureau Federation vuelve a pedir a la Food and Drug Administration que modifique sus normas de etiquetado de la leche. Según los responsables de la Farm Bureau, la FDA debe hacer cumplir las normas de etiquetado de alimentos para los productos sustitutivos de la leche y hacer cumplir las prohibiciones existentes sobre el etiquetado de los frutos secos y otras bebidas de origen vegetal como “leche”.
Las observaciones se hicieron en respuesta a la solicitud de comentarios de la FDA sobre su borrador titulado Etiquetado de alternativas a la leche de origen vegetal y declaraciones voluntarias de nutrientes: Orientaciones para la industria. Publicado en febrero, el borrador permitiría comercializar productos vegetales como “leche” siempre que cumplieran ciertos requisitos de etiquetado.
Los productores de bebidas vegetales y los defensores de las alternativas lácteas aplaudieron la nueva normativa. Los productores de leche y los representantes de los estados productores se mostraron menos entusiastas. En respuesta al proyecto, la senadora demócrata Tammy Baldwin volvió a presentar un proyecto de ley bipartidista denominado Ley del Orgullo Lácteo. Su objetivo es codificar en la ley la definición de “leche” como producto lácteo. El proyecto está siendo examinado por el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado.
En sus comentarios, los responsables de la AFBF afirman que los productos no lácteos comercializados como “leche” causan confusión y son engañosos para los consumidores. Sugieren que la FDA se adhiera a directrices similares a las de Canadá, que exige el término “bebida de almendras” en lugar de “leche” de almendras. Según Farm Bureau, esto no supondría una carga pesada o irrazonable para los productores de bebidas vegetales.
Para apoyar su postura, los responsables de la AFBF señalan que la FDA exige que los alimentos etiquetados como “mermelada” contengan una determinada cantidad de fruta. La agencia también exige que los productos que no contengan una cantidad determinada de queso se etiqueten como “alternativa al queso” o “sustituto del queso.”
“Los consumidores conocen la salubridad de las etiquetas de productos lácteos como ‘leche’ y pueden deducir que cualquier producto que lleve este término posee el mismo perfil nutricional o uno equivalente”, afirma Sam Kieffer, vicepresidente de política pública de la AFBF. “En muchos otros casos, se ha hecho creer a los consumidores que las alternativas de origen vegetal son más saludables. Como describe el borrador de la guía “la investigación también sugiere que la mayoría de los consumidores que compran alternativas de origen vegetal afirman que lo hacen porque creen que los productos son más saludables que la leche”. Estas conclusiones demuestran los peligros de utilizar el término ‘leche’ en productos no lácteos”.