Hasta hace unas décadas, la ordeña en las lecherías chilenas era una tarea laboriosa y manual. Sin embargo, hoy en día, se ha logrado una transformación significativa.

Los robots han irrumpido en el sector ganadero chileno, específicamente en las lecherías, y están desempeñando un papel crucial en la mejora del bienestar animal y la calidad de la leche producida. La inteligencia artificial (IA) ha permitido el desarrollo de robots de ordeña y otras soluciones innovadoras, posicionándose como una herramienta indispensable en la industria lechera.

Una empresa destacada en este ámbito es Agrícola Ancali de Los Ángeles, que ha implementado un plan para aprovechar al máximo el potencial de estos robots.

Enrique Bombal, reconocido veterinario y alto ejecutivo de DeLaval, una empresa asociada al Consorcio Lechero y líder en el desarrollo de tecnologías para la ganadería, está involucrado en este proyecto revolucionario. Bombal explica cómo la IA y los robots se están integrando en los campos lecheros, transformando la forma en que se maneja la ordeña y el cuidado de las vacas.

Los robots de ordeña se han convertido en protagonistas en las lecherías chilenas. Estos dispositivos tecnológicos, equipados con avanzados sistemas de IA, son capaces de realizar el proceso de manera autónoma y eficiente, reemplazando así el trabajo manual tradicional. Estos robots, dotados de sensores y cámaras, son capaces de reconocer e identificar a cada vaca, adaptarse a sus necesidades específicas y garantizar un ordeño cuidadoso y preciso.

En tiempos pasados, la ordeña manual era una tarea ardua y laboriosa en las lecherías. No obstante, con la llegada de la Inteligencia Artificial y los robots especializados, esa etapa ha quedado atrás.

Hoy en día, los ganaderos se benefician de sistemas automatizados que agilizan el proceso de ordeña, proporcionando mayor precisión y eficiencia. Esta innovadora tecnología no solo ha mejorado las condiciones de trabajo, sino que también ha permitido elevar la calidad de la leche y garantizar el bienestar de las vacas productoras.

Pero los beneficios de los robots no se limitan solo al ordeño. Gracias a la IA, estos dispositivos pueden recopilar y analizar una gran cantidad de datos sobre cada vaca, como la producción de leche, la calidad del producto, la salud y el comportamiento. Esta información en tiempo real permite a los ganaderos tomar decisiones informadas y anticiparse a posibles problemas de salud o rendimiento de las vacas.

Además, los robots de ordeña son solo una parte de la transformación tecnológica en las lecherías chilenas. La IA también se utiliza en otros aspectos del manejo del ganado, como el monitoreo de la alimentación y el bienestar de las vacas. Sensores inteligentes colocados estratégicamente recopilan datos sobre el consumo de alimento de cada animal, permitiendo un suministro personalizado y optimizado de la dieta. Asimismo, estos sensores pueden detectar cambios en el comportamiento de las vacas, como signos de estrés o enfermedad, lo que brinda a los ganaderos la oportunidad de intervenir de manera temprana y garantizar un cuidado adecuado.

LECHERÍA ANGELINA PIONERA A NIVEL MUNDIAL

El programa que se está implementado en Ancali, la lechería robótica más grande del mundo, está relacionado a cámaras de monitoreo, que a través de IA como machine learning, son capaces de usar algoritmos que identifican patrones. Por ejemplo, pueden reconocer la interacción humano-animal, es decir, cómo se acerca la persona a éste y si le genera miedo, estrés o algún tipo de dolor. “No se trata de maltrato, sino de movimientos que puedan ser bruscos y que la vaca los perciba como agresivos. La idea es no alterarla”, resalta el especialista.

Mediante este sistema, se puede evaluar el comportamiento de la lechería. “Es algo bastante interesante y nuevo. Nos entrega mucha información y de manera detallada para tomar decisiones a la hora de analizar los manejos que tienen los animales dentro de las granjas”, destaca Bombal. En el caso de Ancali, poseen cerca de 90 robots, lo que la convierte en una compañía a la par de otras en Europa, EE.UU. o Asia.

El veterinario señala que antes se iba a buscar tecnología a estas zonas del planeta, pero ahora ellos vienen acá a aprender. “Investigadores e ingenieros de distintas aplicaciones vienen a ver cómo está funcionando una lechería de esa magnitud, para llevar ese conocimiento a sistemas productivos de países desarrollados”, añade.

CHILE, PIONERO EN LA REGIÓN

Bombal cuenta que ha viajado a todos los países de la región y a nivel local existe un avance en torno a la implementación de software de gerenciamiento del rebaño, con sus distintos parámetros de administración. De hecho, en el manejo animal, Chile fue el primer país en adoptar este tipo de tecnología, para luego utilizar sensores en distintos lugares de las lecherías, como para identificación animal, sumado al uso de acelerómetros, cámaras o sistemas de radiofrecuencia.

“Hemos sido pioneros, y el uso que podamos tener de esta tecnología, amparada en redes como 4G o 5G, nos permite contar con plataformas necesarias para poder traer distintos tipos de herramientas y robots, y poder operar a la vanguardia”, destaca. Añade que los productores nacionales las incorporan de manera expedita y eso se refleja en indicadores relacionados a innovación. Chile siempre se ha reconocido en la región, como un lugar muy ávido a los cambios en el sector agrícola y lechero, y en el manejo de los animales”, expresa el veterinario.

IA PARA PREVENIR ENFERMEDADES

La inteligencia artificial (IA) se utiliza en lecherías para prevenir y detectar enfermedades en los animales, gracias al análisis de grandes cantidades de datos generados diariamente. Según el experto, la IA se emplea para predecir riesgos en la salud de las vacas, como la aparición de mastitis, mediante el procesamiento de información de lactancias anteriores y el período de transición antes del siguiente parto. Además, los sistemas de algoritmos se están refinando y adaptando a diferentes sistemas productivos, utilizando sensores en el cuerpo de los animales, cámaras de monitoreo e incluso drones. Estos datos recopilados permiten construir algoritmos para la toma de decisiones futuras. El análisis genético también juega un papel importante al identificar posibles enfermedades o problemas de salud en las vacas, combinando marcadores genéticos con información capturada por los sensores. Además, mediante la IA, es posible predecir la producción de leche de cada vaca, lo que resulta útil para la planificación y gestión de las lecherías. Aproximadamente la mitad de las lecherías chilenas cuentan con sistemas de registro individual para monitorear la producción lechera de manera precisa.

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