“La ecuación económica está bastante complicada”, sostuvo O’Connor y resaltó: “Hablamos de región centro, de producciones mixtas, de economías regionales, sobre todo los productores de ciclos largos porque cuanto más largo es el ciclo más complicado, en una economía que viene muy mal desde hace unos once años que estamos en un proceso de estanflación”.
En este sentido, el analista económico de CRA, destacó: “Ahora con una brecha cambiaria enorme que creemos que implica un atraso cambiario importante del tipo de cambio oficial sobre los tipos de cambio alternativos legales y, en ese sentido, los productores cuanto ciclo más largo, más complicados”.
Haciendo referencia al impacto que tuvo la sequía en la producción, O’Connor contó que habrá “mucha menor liquidez, con mucha menor rentabilidad” y agregó: “La ganadería impactada por la sequía, más allá de políticas de restricción de exportaciones, de cupos, de precios cuidados, el sector lácteo con problemas agravados, un contexto de una sequía que se suma después de años de políticas económicas no favorables para la inversión, para reinvertir, para generar empleo formal”.
“El panorama es muy complejo, el horizonte no es claro”, destacó O’Connor y resaltó que “está mucho más claro el horizonte climático que el horizonte de expectativas políticas y económicas, previendo que viene un Niño, que siempre es favorable en términos de lo que puede ser la próxima cosecha de fina y después la siembra de gruesa”.
Por otro lado, haciendo referencia al futuro del productor ganadero, O’ Connor señaló que “en términos de producción agropecuaria, el precio de la hacienda en el mercado de Cañuelas está muy atrasado con respecto al precio de la carne o al IPC” y resaltó: “El invierno crudo y los problemas acumulados por la sequía, la expectativa es que el sector se va a enfrentar a mayores desafíos en primavera, que puede escasear alguna oferta de faena y puede haber expectativas de precios más alcistas en un contexto de dinámica de precios donde claramente estamos en un andarivel de 9% mensual”.
De esta manera, O’Connor destacó: “Un escenario de más inflación, menos traslado a los productores de precio y del sector externo tampoco hay muchas expectativas en el corto plazo”, aunque opinó: “Cabe esperar una recomposición de suelos, de pastos y un 2024 un poco mejor, sobre todo en términos de nuevas políticas que esperemos que lleguen”.
Haciendo referencia a las retenciones y la brecha cambiaria, el analista económico de CRA opinó: “Hay una falacia que se maneja en algunos equipos económicos que pueden llegar al Gobierno que, mejorando la brecha cambiaria, mantenemos las retenciones, los productores ganan y el fisco gana; la evidencia internacional dice que retenciones no hay en ningún lugar del mundo, salvo en Rusia, Ucrania en algún momento; en Estados que intervienen en la producción de una manera muy fuerte, ningún país del mundo grava exportaciones y brechas cambiarias”.
“En Argentina tenemos dos problemas muy serios y espero que no haya un problema de diagnóstico porque las grandes cadenas y los sectores que aportan divisas con volumen son los sectores agropecuarios y sus cadenas industriales”, contó O’ Connor y explicó: “Eso es decisivo para mejorar el balance de pagos, en la Argentina hay, en algunos segmentos de la oposición y de equipos económicos, cierta obsesión por el déficit fiscal pero el problema de Argentina son los déficit gemelos”.
“Los déficit gemelos son el fiscal y el de balance de pagos”, destacó O’Connor y explicó que “el de balance de pagos, tenemos un problema estructural muy serio, que es que los capitales que salen en general son mayores que los que entran por giro de utilidades, por transferencias. En turismo tenemos déficit, los argentinos salen más al exterior que los que llegan a nuestro país y las importaciones de piezas y bienes de capital y de insumos intermedios y de bienes finales, son imprescindibles y su elasticidad con respecto al producto es del orden de 2,5”.
En este sentido, el analista económico sostuvo que “si la economía se recupera, las importaciones crecen tres veces más, con lo cual faltan dólares del turismo, de las importaciones, de la reactivación, la única respuesta elástica en el corto y mediano plazo son las exportaciones agropecuarias y agroindustriales”.
“Si yo bajo las retenciones voy a mejorar el balance de pagos porque la única manera de generar divisas de exportación genuinas es con las cadenas agroindustriales y el sector agropecuario”, sostuvo O’Connor y opinó: “A mí me preocupan la brecha cambiaria y las retenciones; esa lectura parcializada concentrada sólo en el déficit fiscal hay que acompañarlo del déficit de balanza de pagos, porque eliminar las retenciones provocaría un shock de confianza de inversiones y una multiplicación en todos sus encadenamientos”.
“Hay que hacer un diagnóstico un poco más integral desde las nuevas políticas públicas que vengan y no quedarse con esa idea fiscalista de mantener retenciones y mejorar un poco el tipo de cambio oficial”, culminó O’Connor.