Al encabezar la conferencia 50 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria, el funcionario consideró que esta Estrategia en el sistema leche propicia el acercamiento de los productores con la ciencia—rompiendo así el cerco de aislamiento en que esta generalmente se encuentra respecto de la vida en el campo—genera procesos de intercambio continuo de conocimientos y experiencias entre productores en los niveles locales, y devela que sí es posible integrar en la actividad agropecuaria, de manera ligada, cuatro conceptos: la justicia, la sustentabilidad, la salud y la competitividad.

En la conferencia “Esfuerzos en favor de una lechería sustentable”, el subsecretario destacó que la cadena productiva de la leche y sus derivados está entre las que más valor y empleos generan en el sector agroalimentario y por ello tiene gran trascendencia económica y social, y además, de los alrededor de 250 mil productores de leche que hay en el país, los de pequeña escala son los más predominantes.

“No obstante, hoy por hoy enfrentamos el reto de aumentar la producción nacional de este alimento y reducir la dependencia de las importaciones tanto de leche como de quesos, yogures, crema y mantequilla”, asentó.

Agregó que la EAT-Leche se enfoca precisamente a elevar la productividad y por tanto a mejorar la oferta nacional, para confrontar a la dependencia de importaciones, y lo hace con prácticas sustentables y con resultados positivos en términos de ganancia para el productor y calidad del alimento.

El subsecretario destacó la necesidad de que, a la par que se impulsa la productividad con sustentabilidad, el Gobierno de México fortalezca la normatividad: “es este un reto de primera línea, pues así podremos sustentar realmente la relevancia nutricional de la leche y derivados y frenar su adulteración y falsificaciones que ocurren y que engañan a los consumidores”.

Recordó que está pendiente, por la Secretaría de Economía, la publicación del Procedimiento de Evaluación de Conformidad (PEC) del queso, instrumento fundamental para dar operatividad a la normatividad de este producto, la cual previene la utilización de grasas vegetales en lugar de grasa butírica.

También, dijo, está pendiente la revisión de la Norma Oficial Mexicana de yogur, la cual hoy día permite que se denomine yogur a productos que sólo contienen 50 por ciento de leche. Se está promoviendo que ese porcentaje suba por lo menos a 70 por ciento, y está pendiente reactivar los grupos de trabajo de revisión de las normas de mantequilla y crema.

El director general de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura, Rolando Herrera y Saldaña, destacó que la EAT en leche consiste en capacitación y acompañamiento técnico e implica a especialistas, técnicos agroecológicos, productores y becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Se desarrolla, dijo, en Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, Coahuila, Durango y Chihuahua, y hay una tendencia a elevar el número de productores beneficiarios, pues la EAT-Leche se está enfocando a generar cursos y talleres de capacitación, más que a la atención personalizada en ranchos y establos, como ocurría previamente.

Las áreas de atención de esta Estrategia son calidad de la leche, alimentación y nutrición, reproducción, administración, sanidad, producción de forrajes, crianza de reemplazos y producción de bioinsumos. Y el trabajo es diferenciado según la condición agroecológica: en las cuencas de norte, centro y occidente se impulsan los forrajes alternos, y en las regiones tropicales, los forrajes complementarios, los sistemas silvopastoriles y el mejoramiento genético, detalló.

Sostuvo que hay resultados palpables en calidad de la leche, en contenidos de grasa y proteína, gracias a mejoras en rutinas de ordeño y en la alimentación de las vacas en ordeño; asimismo, menor índice de mastitis (inflamación e infección de las ubres) y menos contaminación de la leche.

Destacó que la EAT-Leche ha impulsado el cultivo y uso de materia vegetal que es fuente de alternativas de energía y proteínas, como sustitutos de alimento concentrado y maíz importado transgénico, que generalmente debe comprar el ganadero. Estos vegetales son el tubérculo yuca, la remolacha forrajera, la caña de azúcar, el follaje de yuca y el follaje de moringa.

Afirmó que la EAT-Leche ha influido positivamente en la producción y calidad de la leche en las regiones atendidas, debido a que el acompañamiento técnico ha iniciado un cambio en la mentalidad de productores para la producción agroecológica, se ha facilitado la comercialización directa de la leche pasteurizada de calidad y sus derivados a los consumidores, lo que es un camino viable para el desarrollo de los productores, y, por último, el uso de recursos alimenticios (energéticos y proteicos) producidos por los propios ganaderos, ha permitido reducir costos y  nutrir adecuadamente al ganado.

En la conferencia participaron los ganaderos lecheros José Guadalupe Medina, de Jalisco; Cuauhtémoc Romero Arroyo, de Michoacán; Víctor Manuel Rodríguez Matuzima, de Oaxaca, y Ana Morales Aguilar, de Veracruz, junto con sus técnicos agroecológicos en la EAT-Leche, Emmanuel Gómez González, Rogelio Pérez Valencia, Luis Alberto Pascual Basurto y Rafael Espinoza Marín, respectivamente.

Todos ellos mostraron con imágenes y cifras los avances que han logrado en mayores rendimientos, sanidad, producción y calidad de la leche.

El profesor-investigador del Colegio de Postgraduados (Colpos) campus Veracruz, Ponciano Pérez Hernández, habló de la colaboración y participación activa que tiene con la EAT-Leche, y el empresario ganadero Luis Caraza Stoumen, de Jilotepec, indicó su experiencia particular en la producción ganadera sustentable, con resultados exitosos en mejora de su hato y productividad y en la comercialización de productos altamente demandados, como es la carne de animales de pastoreo con alimentación libre de agroquímicos.