El grupo lácteo irlandés Food Vision Dairy Group pide al gobierno de ese país que compense a los ganaderos por cada vaca que maten.

Piden 5.000 euros (unos 5.107 dólares) por cabeza, según los informes. A cambio de “reducir directamente la actividad ganadera”, el grupo Food Vision Dairy quiere grandes inyecciones de dinero en efectivo, porque al parecer todos comeremos dinero en efectivo una vez que se prohíba el suministro de alimentos en nombre de “salvar el planeta, ya que el dinero en efectivo será lo único que quedará para consumir”.

Según The Scottish Farmer, otras medidas propuestas incluyen un mecanismo de comercio de emisiones en las granjas, muy parecido a los créditos de carbono de las empresas, que pueden comprarse y venderse en su propio mercado.

También se pretende reducir los aportes de nitrógeno hasta en un 20% en las explotaciones lecheras, lo que reduciría los beneficios al tiempo que exprimiría el suministro de alimentos aún más que los niveles actuales.

Para 2030 está previsto utilizar más inhibidores de metano en las vacas lecheras, con un coste estimado de entre 75 y 100 euros por vaca lechera”, añade la agencia de noticias, que sugiere que en el futuro habrá que amordazar a las reses y colocarles dispositivos de captura alrededor del ano para impedir que el metano (flatulencias) llegue a la atmósfera.

El pasado otoño, The Guardian informó de que para cumplir los objetivos climáticos impuestos por el gobierno, Irlanda necesitará sacrificar más de 1,3 millones de cabezas de ganado.

Eso es un montón de carne y productos lácteos que se tirarán por el retrete, dejando menos comida para la gente y precios mucho más altos para lo que quede. No comerás nada y serás feliz, son probablemente los sentimientos del psicópata del Foro Económico Mundial (FEM) Klaus Schwab.

A decir verdad, las vacas y otros animales son buenos para el planeta, sobre todo cuando pueden vagar libremente por los pastos, de los que hay muchos en toda Irlanda. Eliminarlas de la cadena alimentaria, como pide el gobierno, destruirá no sólo la economía y el suministro de alimentos del país, sino también muchos de sus ecosistemas naturales.

El estiércol que sueltan las vacas fertiliza el suelo, ayudando a las plantas a crecer y prosperar. Sin el ganado, los pastos se llenarán de maleza, por no hablar de que se volverán salvajes e inutilizables para fines agrícolas.

Como complemento al artículo de Ethan Huff, transcribo otro más reciente, publicado en la web de CITIZEN NEWS, firmado por Laura Harris, bajo el título “El gobierno irlandés propone MATAR a 200.000 vacas lecheras para cumplir los objetivos climáticos”:

“Para evitar el llamado calentamiento global y el cambio climático, el gobierno irlandés ha propuesto sacrificar 200.000 vacas lecheras para cumplir los objetivos climáticos del país.

El informe del gobierno irlandés procede de un documento informativo interno del Ministerio de Agricultura que busca estrategias para reducir la brecha de emisiones en el sector.

Este plan específico prevé el sacrificio de unas 65.000 vacas lecheras al año hasta alcanzar el objetivo de 200.000 vacas sacrificadas para que el sector agrario del país cumpla los objetivos climáticos generales.

Sin embargo, Elaine Houlihan, presidenta de la organización juvenil rural Macra at Feirme, expresó su disgusto con la propuesta, describiéndola como un informe “completo e instintivo”.

Houlihan señaló el mensaje negativo que los informes enviarían a los jóvenes agricultores. También puso en duda que Irlanda y Europa estén realmente comprometidas con la renovación generacional y la lucha contra el llamado cambio climático.

La Irish Creamery Milk Suppliers Association (ICMSA), grupo de presión que representa a la industria láctea del país, también advirtió de que cualquier plan de sacrificio de la cabaña lechera del país, en caso de ser necesario, debería ser voluntario.

Los alarmistas climáticos se aferran a la falsa narrativa del metano del ganado para sacar provecho de la agenda. Los alarmistas climáticos y quienes se benefician de la destrucción de la agricultura mundial siguen ignorando la verdad sobre el supuesto papel del ganado en las emisiones.

Los defensores de la agenda climática a menudo describen a las vacas como contribuyentes significativos al metano atmosférico. Sin embargo, esta descripción es una afirmación falsa. El metano emitido por el ganado rumiante es esencialmente intrascendente como gas de efecto invernadero.

Además, el metano producido por el ganado forma parte del ciclo natural del carbono biogénico, que ha existido desde el principio de la vida en la Tierra.

Es esencial reconocer que la agricultura desempeña un papel vital no sólo en la prevención de la escasez mundial de alimentos, sino también en el mantenimiento de los medios de subsistencia y las economías.

En Irlanda, la agricultura ha sido una fuerza motriz de la economía, ayudada por las inversiones multinacionales en la industria del país. Las marcas irlandesas de carne de vacuno y productos lácteos, como Kerrygold y Pilgrims Choice, han alcanzado un notable éxito como productos de exportación.

Sin embargo, las vacas se han convertido ahora en un símbolo de la manipulación política y la codicia que hay detrás de una “crisis climática” fabricada”.

Los dos artículos muestran la campaña de los alarmistas climáticos bien pagados. La mayoría de la población mundial lo cree, lo que constituye una tragedia sin precedentes para la humanidad.

“Si no tienes cuidado, los periódicos acabarán haciendo que odies a los oprimidos y ames a los opresores”. Malcolm X (1925-1965), activista negro por los derechos civiles.