En la actualidad, el tambo de los Imhoff cuenta con 230 vacas en ordeñe. “En un primer momento compramos vacas holando de buena genética, pero a la segunda temporada de servicio ya empezamos a cruzarlas con Jersey y hoy ya estamos con dos generaciones de madres con genética cruza” señaló Julián.
También destacó que para que la producción de leche sea atractiva para los jóvenes, debe adoptar tecnología, como por ejemplo el sistema de collares para detectar celos. “Eso te saca de la discusión con el tambero, porque es un sistema que produce información que se analiza de manera objetiva, la vaca entro en celo o no, lo cual hace que la relación sea más llevadera”.