Ya es suficientemente difícil sostenerse para las pymes, en un marco económico y de políticas que bien lejos de estar al servicio de la comunidad, parecieran ensañarse con el que pone una empresa, genera bienes, servicios, y empleos genuinos, riqueza para sí, y para el crecimiento de la nación.

La buena fé y la razón

“La acción gremial es necesaria en toda sociedad democrática, porque permite exhibir las necesidades y desafíos de distintos actores sociales y económicos, a la vez que promueve el diálogo y las acciones que conduzcan a una mejor situación. Cuando es la buena fe la que guía los hechos, estas iniciativas encuentran las soluciones deseadas.” Dijo Carsfe en comunicado que se refería al caso que la semana pasada puso en la mira a Gabriel Batistuta. 

Los sindicatos cobran a los trabajadores por representarlos y en vez de trabajar para ellos, con decencia, los tiran como carne al asador, los utilizan como proyectiles que impactan sobre sus empleadores, los convierten en enemigos en vez de conciliar las partes, en rehenes, en objeto de extorsión. 

Sin empresas no hay trabajo

Afiliados de Atilra, empleados de Lácteos Vida, llevaron a cabo bloqueos y acampes en las dos plantas de la fábrica en reclamo de mejoras salariales y recategorizaciones que en su momento se solucionaron, en los casos que correspondía, 2 de 14. Pero no fue suficiente. 

“Al principio, simplemente nos amenazaban e imposibilitaban el ingreso a las fábricas. Pero después se puso más difícil. Llegaron a tajear el auto de uno de los empleados, tiraron piedras, usurparon terrenos, vandalizaron complejos tanto la planta que tenemos en Moctezuma (Carlos Casares) como la que está en Capital Federal. No nos dejaron sacar ni siquiera los repartos diarios”, relató Bada Vázquez.

Fue necesario efectuar despidos porque no podían seguir sin trabajar, y no sin las respectivas indemnizaciones, pero la justicia no lo permitió. “‘Bueno, fundite” le dijeron. Esa es la ecuación. 

La presión sindical y judicial, en connivencia, hacen que la única lógica apunte al cierre, a la venta. Señores: sin empresas no hay trabajo. Ni a la justicia ni al gremio le importa dejar em la calle a toda la gente que emplea una fábrica. Esto no es por los trabajadores.

Un abrazo a la sensatez

En apoyo a la pyme, pero también en clara demostración de que necesitamos caminar en dirección hacia un país más sensato, productores, industriales, vecinos y familias de la cadena láctea se reunieron este sábado en la planta de Lácteos Vidal en Moctezuma, Carlos Casares.

Realizaron un abrazo simbólico a la fábrica con una bandera argentina de más de cuarenta metros de largo y cantaron el Himno Nacional.

Guillermina Mas, productora lechera del partido de 9 de Julio y presidente de Caprolecoba, dijo “Necesitamos crecer, necesitamos pymes como esta en toda la Argentina. La producción de leche genera riqueza y arraigo en el campo, genera comunidades como esta. Es importante poder ampararnos en la legalidad y tratarnos con respeto y con diálogo”, refiriéndose  a la barbarie y la desmesura del conflicto que atraviesa Lácteos Vidal. 

 

Fortaleza y Valentía

La resistencia de Lácteos Vidal es un símbolo. Los derechos de los empresarios no son menos valiosos que los de los trabajadores, y no podemos permitir que sean vulnerados. 

“A veces uno cede porque no encuentra la salida, nosotros con ayuda, decidimos no ceder” dijo Alejandra Bada Vázquez en el discurso de cierre.

Los ciudadanos debemos de una vez imponernos a ese orden caótico y por fin superarnos como país. El abrazo a Lácteos Vidal es símbolo de unión y resistencia.

 

Valeria Hamann

 

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