Ante este panorama y la preocupación que genera en la comunidad, empresas como Grupo Lala, Natura y Heineken México, entre otras, han tomado la decisión de elaborar y utilizar empaques sostenibles, reducir su uso al mínimo posible y emprender acciones para fomentar el reciclaje. Todo ello para contribuir a la salud de nuestro planeta.

Los empaques sostenibles son aquellos que desde su fabricación son pensados de forma responsable, diseñados para ser eficaces, funcionales y seguros en todo su ciclo de vida, cumpliendo los criterios de mercado para su rendimiento y coste, además de ser manufacturados con energías renovables y que, una vez utilizados, pueden reciclarse de manera eficiente para generar nuevos productos.

Este enfoque para la selección de materiales y el diseño de estrategias para darle un nuevo ciclo de vida a los empaques se alinea con la economía circular, un modelo de producción y consumo que implica el uso de cuatro “R”: reutilizar, reparar, renovar y reciclar.

De acuerdo con un informe de la ONU Medio Ambiente, en 2018 la economía circular podía reducir hasta un 99% los desechos de algunos sectores industriales y un 99% de sus emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando así a proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático.

Casos de éxito de la economía circular en México

En México existen casos de éxito de empresas que aplican los conceptos de la economía circular en sus estrategias sustentables, como es el caso de Grupo Lala el cual, de acuerdo a su informe de sostenibilidad 2022, trabajó en la implementación de este modelo a través de diversas iniciativas consiguiendo resultados favorables.

Entre las acciones realizadas se encuentra la clasificación y reciclaje de cartón y plástico proveniente de sus procesos postindustriales y post comerciales, con lo cual se evita que los residuos alimenticios vayan a un relleno sanitario. En su lugar, se distribuyen en plantas que preparan comida para animales.

Grupo Lala también disminuyó el peso del material utilizado para el envase de yogurt, logrando con ello una reducción del 28.5% en su generación anual de residuos; mejoró el diseño del corrugado utilizado para la leche, con lo que redujo 4% la cantidad de residuos anuales; mientras que los empaques de su queso manchego de Los Volcanes, con diseño ecológico, cuentan con un contenedor que es reusable y está hecho con resina PET 85% reciclada.

En 2022 también consiguieron reciclar y reutilizar el 98% de sus residuos postindustriales, por lo que se han planteado el reto de llevar el mismo control con los residuos postcomerciales y postconsumo.

Otro ejemplo es la compañía de cosméticos Natura, la cual a través de su estrategia “Circularidad completa de envases” ha alcanzado la plena circularidad de sus embalajes para que sean reutilizables, reciclables o compostables, así como utilizar más de 95% de ingredientes renovables o naturales y mantener más del 95% de sus fórmulas biodegradables.

Además, en 2019 y 2020 recuperó 500 toneladas de vidrio, cartón y PET, que compensan residuos equivalentes a los desechos generados por sus productos vendidos en el mercado nacional.

Por otra parte, el 70% del PET que utiliza la marca para sus productos es reciclado y desde 2007 la empresa alcanzó la categoría “carbono neutral”, generando impactos sociales y ambientales positivos.

La empresa papelera Bio Pappel también ha presentado resultados exitosos gracias a la economía circular al crear un modelo propio llamado “Bosque Urbano”, el cual consiste en producir papel y productos de papel de alta calidad a partir de materia prima 100% reciclada.

De esta manera, lograron desprender la fabricación del papel y sus derivados de la extracción de recursos naturales vírgenes extendiendo el ciclo de vida de este material, así como disminuir los residuos contaminantes y optimizar el consumo de energía y recursos naturales.

A su vez, consiguió salvar 15.7 millones de árboles, ha capturado lo equivalente a 29 millones de toneladas de CO2 y ha recuperado y reciclado 795 toneladas de papel y cartón.