San Ignacio es una empresa láctea referencia en Argentina y con presencia mundial a través de un producto insignia: el dulce de leche.
La empresa, que nació en Rosario en 1939, está gerenciada por un grupo inversor desde el 2011. Con plantas en Sauce Viejo e Hipatía, en Santa Fe, se convirtió en el principal exportador de dulce de leche de la Argentina y del mundo. También incursionó en queso azul, con una producción que crece año a año.
Durante un encuentro en la Fundación Libertad, Alejandro Reca, director y uno de los dueños de San Ignacio, repasó la actualidad de la empresa y destacó un aspecto clave en la relación con los proveedores, los productores: “No se trata del precio, se trata de la relación”. “Hoy estamos en un diálogo muy sincero con los productores”, destacó.
Reca se mostró preocupado por lo que será la productividad de cara al 2024: “Va a faltar leche”. Ahora, afrontan un aumento del 170% en el precio del azúcar, de enero a julio y notan una desaceleración en la demanda interna. Pero la leche sigue llegando a las plantas y siguen procesando. Año a año, las fábricas de San Ignacio procesan más de 27 millones de litros de leche para producir dulce de leche, quesos y productos frescos que se comercializan tanto en el mercado masivo como en el industrial.
Dulce de leche argentino en el mundo
Como positivo, destaca que el dulce de leche está siendo cada vez más demandado en el mundo: “Estamos en la búsqueda y en el desarrollo de esos mercados que van a privilegiar el origen argentino”. “Se fabrica dulce de leche en otras parte del mundo, pero no tienen la calidad del nuestro”, resalta.
Reca repasó que hay mucho trabajo detrás de una exportación, con una fuerte apuesta de San Ignacio para mejorar el servicio, la infraestructura y la sanidad. Pero que la rentabilidad se complica “con esta colección de tipos de cambio”.
“Vamos al desarrollo de esos mercados en donde creemos que va a haber aceptación. Estamos en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Europa. En Vietnam hace poco, pero ya estamos preparando el próximo embarque. Pensamos en India y en crecer dónde estamos. Cuando ves el consumo en estos mercados de destino es mucho menos vs. mermeladas u otros productos”, repasó en diálogo con Agrofy News. “Estamos con mucho entusiasmo, por eso participamos en ferias y misiones comerciales”, resaltó el líder de la empresa que ya exporta a 24 países.
Al mismo tiempo, aclaró: “Bajo ningún concepto descuidamos el mercado interno”. Las exportaciones de San Ignacio son poco más del 20% de la producción total.
“En queso azul exportamos más de la mitad de lo que producimos”, cuenta Reca y apunta que en la empresa hay un área dedicada a la exportación: “No hay muchas empresas del tamaño de la nuestra que tengan un departamento de exportación”,
Exportar dulce de leche tiene sus particularidades, ya que es una especialidad. Por ello, no es fácil cambiar el precio con tanta frecuencia: “Es difícil de dar a entender, pero en el diálogo lo entienden. Es parte del mercado y de decir que el entendimiento que tiene que haber en la cadena, de a mi me va bien porque a vos te va bien”.
El dulce de leche tiene retenciones y reintegros: “Hay ventana para las dos cosas”, comenta Reca y dice que hay muchas cosas para mejorar. También aparecen las autorizaciones de sanidad (Senasa). “Hay mucho para agilizar”, remarca la empresa que exportó más de US$ 4 millones en 2022.
“Estamos con un plan que está detenido”, cuenta sobre las inversiones para crecer, que desde el año pasado entraron en un proceso más lento. Estas inversiones apuntaban a la capacidad productiva de queso azul y queso crema. “Ralentizamos casi en su totalidad el plan de inversiones”. El plan era de unos US$ 6 millones.