Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche: uno de los productos más representativos de nuestro país y reconocido como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina.
Esta fecha fue establecida en 1998 por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines con el objetivo de promocionar su consumo y producción, así como también seguir posicionándolo como un símbolo de la gastronomía argentina a nivel mundial.
En ese sentido, el dulce de leche San Ignacio es uno de los más representativos en el mundo y ocupa un rol clave: la empresa santafesina, que en 2024 cumplirá 85 años, es el principal exportador de dulce de leche y la encargada de llevar este ícono argentino a las góndolas de los diferentes países.
EN EL MUNDO: LOS PRINCIPALES MERCADOS
San Ignacio cuenta con una alta tradición en materia de exportación. El primer embarque que hizo la firma fue en 1978: en aquel entonces, el destino fue Alemania. Actualmente destina el 15% de su producción al mercado externo.
Según explica Alejandro Reca, CEO y director de San Ignacio, Chile es el principal comprador de dulce de leche argentino: “Lo siguen Brasil, Estados Unidos y Canadá. En la Unión Europea, el principal mercado es España. Otros destinos para la compañía son Israel, Uruguay, Nueva Zelanda, Paraguay y Bolivia”.
Además de exportar regularmente a casi 15 países, la empresa continúa con su plan de expansión a mercados no tradicionales. Entre los últimos destinos alcanzados, este año logró que el dulce de leche argentino llegue por primera vez a Vietnam y a Portugal. “Es sólo el comienzo y buscaremos la expansión en volúmenes y la incorporación de toda nuestra familia de dulce de leche, así como también, para el caso de Vietnam, de queso azul”, agrega Reca.
Asimismo, desde 2018 San Ignacio está presente en Japón: “Desde entonces, los envíos a este destino no solo se mantienen sino que aumentan”, remarca Fernando Rodríguez Morón, Gerente de Comercio Exterior de la firma.
PASIÓN ARGENTINA: CUÁNTO Y CÓMO SE CONSUME EN EL PAÍS
Cada argentino consume –en promedio– más de tres kilos al año. De esta manera, representa uno de los volúmenes más altos del mundo. De acuerdo a las últimas estadísticas, el dulce de leche es el 4° producto lácteo más consumido por las familias argentinas, después de la leche, el queso y el yogurt.
Por su versatilidad e inigualable sabor, el alto consumo también se debe a que es un ingrediente importantísimo en la repostería, así como en la producción de helados. Según los últimos relevamientos, durante el verano 2022-2023 el podio de los sabores más elegidos fue compartido entre el dulce de leche granizado (40%) y el chocolate con almendras (40%); en tercer lugar se ubicó el dulce de leche (37%).
TENDENCIAS DE CONSUMO: QUÉ MARCA EL RUMBO
“La demanda por dulce de leche no es ajena a las tendencias de consumo”, menciona Juan Patricio Anderson, Gerente Comercial de San Ignacio. Y agrega: “Por ello, y a través de la incorporación de versiones de dulce de leche sin azúcar, deslactosados y reducidos en grasas, buscamos alinear la oferta de este producto a los requerimientos actuales y futuros de los consumidores de alimentos más saludables”.
