A mediados de septiembre pasado, el Gobierno anunció la suspensión las retenciones a los lácteos por 90 días, motivado por la situación de quebranto que atraviesan los tambos tras el impacto de la sequía, los efectos del dólar soja y la inflación. Sin embargo, la medida, según advirtieron en la cadena “no ha sido suficiente” para que arroje un resultado positivo, por lo que fue una “gotita de agua” en un océano. Por eso, reiteraron en un pedido de un “dólar leche” que habían hecho varias cámaras en una carta al ministro de Economía, Sergio Massa, para complementar la medida y “ajustar las expectativas a la realidad y sus límites”. Piden una reunión con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
El reclamo se originó tras el discurso del ministro de Economía en un tramo del debate presidencial donde sostuvo que había bajado las retenciones a las economías regionales y la los lácteos que en rigor tienen una suspensión hasta el 31 de diciembre. La leche en polvo paga un 9% de derechos de exportación y los quesos un 4,5%, entre otros productos. “Respecto de las economías regionales todos hablan, pero el único que bajó las retenciones fui yo”, lanzó Massa durante el debate. No obstante, la leche no está declarada como una economía regional.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, candidato presidencial de Hacemos por Nuestro País, le retrucó con que los mandatarios de la región centro le había pedido al ministro que se declare como una economía regional a la lechería. “En vez de hacer eso, le dio una eliminación por tres meses, nada más. Massa, sáquele el pie de encima al campo, déjelo que produzca y aumente la cantidad de dólares genuinos que pueden venir a la Argentina. En vez de aplastar el campo, impúlselo a que produzca”, replicó.
Días antes de que el ministro decidiera la suspensión de esta alícuota, un grupo de cámaras del sector le enviaron una carta en la que pedían, además, un dólar leche hasta fin de año. La carta hacía hincapié en cinco puntos: “Quita de Derechos de Exportación en todas las posiciones arancelarias de los lácteos. Establecer un equivalente en pesos por dólar exportado, en iguales condiciones al conocido como el dólar soja versión IV (que nos eleva mucho los costos y alquileres). Acelerar el pago del Programa Impulso Tambero. Autorizar las Siras de importación del sector lácteo y pago de los mismos. Modificar el precio de referencia de Aduana y ajustarlo a los valores actuales del mercado internacional”. Por lo tanto, indicaron que buscan “retomar” estos puntos, ya que significa un “paliativo para el sector”, durante la emergencia.
“Más allá de que nuestro objetivo es volver a contar con un tipo de cambio único, frente a esta grave emergencia, ya mismo habría que poner un dólar leche, en iguales condiciones que el dólar soja IV (en forma temporaria hasta diciembre 2023). Es el Gobierno quien tiene en sus manos la posibilidad de aplicar este paliativo de impacto para el sector lechero que producción e industria venimos pidiendo desde septiembre”, mencionó Daniel Villulla, gerente de la Cámara de Productores de Leche del Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba).
En el sector indicaron que le han solicitado reuniones al secretario de Agricultura, para pedir por este dólar leche, pero no han recibido respuesta y encontrar una solución al problema, aunque confían en que se va a dar. Aquella carta la firmaron la Mesa de Productores de Leche de la Provincia de Santa Fe, Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), Centro de la Industria lechera argentina (CIL), Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), Junta Intercooperativa de Productores de leche, Coninagro, Federación Agraria Argentina, Unión de Productores de Leche Cuenca Mar y Sierras, y Abasto USV.
Según describen en un informe de Caprolecoba, un “dólar leche” en la emergencia tendría mucho más impacto aún que los derechos de exportación y se acercarían al precio de equilibrio que necesitan. El dólar leche, dicen, sería de “igual característica” al dólar soja vigente, que actualmente tiene un mix de liquidación de la oleaginosa con un 75% al tipo de cambio oficial y otro 25% al CCL.
La leche en polvo de exportación (estándar: en bolsas de 25 kgs) tiene una capacidad de pago del litro de leche al productor de $95,9 bajo las actuales condiciones. Mientras que, sin los DEX (que acaban de quitarse hasta fin de año) y con el dólar leche solicitado, alcanzaría los $150,9/litro. “En el medio también tienen que suceder otras cosas, hoy lo exportado no supera el 20% de lo que se produce (y la mitad es LPE). Y no todas las industrias exportan, pero al incrementar sus operaciones afuera descomprimirían bastante el mercado. Lo cual habilita las negociaciones entre los productores y sus industrias compradoras para elevar significativamente los precios que hoy se perciben”, extendió.
El directivo acotó que es necesario “ajustar las expectativas a la realidad y sus límites”. “Darnos un dólar leche ya mismo, hasta fin de año, va a ser un paliativo. Es el mejor que hoy se nos ocurre ante la grave emergencia, pero no la solución mágica a nuestros problemas. Entre otras cosas, necesitamos que llueva”, puntualizó.
De esta forma y aprovechando el mecanismo, la leche que hasta diciembre no paga DEX quedaría a $150,95 el litro al productor tambero. “Un negocio como la producción de leche, muy perjudicado por la sequía, ve hoy cómo se agrava además su condición, por situaciones macro que afectan al sector. En agosto la fuerte devaluación hizo bajar 19% el precio de la leche de tambo, en dólares: De 37 a 30 ctvos de dólar (SAGYP-DNL). Y el OCLA [Observatorio de la Cadena Láctea de la Argentina] nos informó que, con un precio de $111,8/litro; por la sequía, el costo de producir ese litro, era $136,89, y el precio de equilibrio $150,20 (Este es el que deberíamos cobrar para evitar el quebranto)”, mencionaron en Caprolecoba.
Andrea Passerini, productora agropecuaria y coordinadora de la Comisión de Lechería de Confederaciones Rural Argentinas (CRA), consideró que el dólar leche lo tendría que haber sacado en septiembre del 2022, con el primer dólar soja. “No tiene ningún sentido ahora un dólar leche. Más allá de todas estás disquisiciones, los múltiples tipos de cambio son una porquería y lo único que hacen, a la larga o la corta, es distorsionar la economía y perjudicarnos a todos. Me muero con mi coherencia si tengo a salir a pedir un dólar leche, por supuesto que el resto no se muere con su coherencia, pero se muere igual siendo incoherente”, lanzó.
“En medio de esta jungla y lucha por la supervivencia, a nadie le importa ni la coherencia, ni los principios, ni la dignidad. Pero si estás en una gremial, y no solo hablás por vos sino también por la entidad, tenés que honrar la coherencia y los principios”, extendió.
Por otra parte, en la industria explicaron que el sector efectivamente pide un tipo de cambio competitivo. Por ejemplo, mencionaron que el dólar de diciembre de 2019 que debería estar ajustado por inflación debería estar hoy a $500. Mientras tanto, aclararon que se exporta al dólar mayorista a $350, por lo que la variable que podría generar una descompresión del mercado interno y salida a los stocks para exportaciones en un escenario de precios internacionales bajó.
“Sería a un tipo de cambio más razonable, ya que la eliminación de los derechos de exportación es insuficiente. Necesaria, pero insuficiente. No adrede el dólar blue se va a más de $1000: se pagan incrementos salariales, materia prima y envases con un valor que corre con la inflación y el dóblar blue, y se recauda con el dólar de $350 que se ha tornado despreciable y tiene una brecha del 200% con el dólar libre. Ese dólar debería ser ajustado a $500, por eso fue insuficiente la eliminación de las retenciones, es una gotita de agua en un océano”, justificó una fuente que pidió reserva de su identidad.