APIL es una entidad de industriales lácteos del sur de Brasil que está recorriendo la cuenca lechera de Villa María para conocer la producción local. En ese marco, firmaron un acuerdo con la escuela de lechería para sumar conocimientos al vecino país

Se llevó a cabo ayer en la   Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL), la firma de un acuerdo marco entre la institución educativa conocida en Latinoamérica por la formación de profesionales de la alimentación con la Asociación de Pequeñas y medianas Industrias Lácteas (APIL), que nuclea a unos 40 empresarios del sector.

Alfredo Gadara, presidente de la fundación que comanda la escuela, explicó que este primer paso permitirá contar con un convenio marco “para luego ir armando, a partir de eso, los  convenios específicos para las actividades de capacitación y de intercambio”.

A su turno, el presidente de APIL, Humberto Brustolin, dijo que las empresas lácteas de Río Grande Do Sul, donde ellos están insertos, tienen “una realidad diferente a la de esta región” y, por eso, para ellos está “muy bien vista la firma del acuerdo con la escuela de lechería, porque precisamos trocar conocimientos, necesitamos de profesionales que puedan ir a Brasil para hacer aportes a nuestras industrias y hacer realidad lo que se hace aquí”, señaló, valorando la producción de la cuenca villamariense.

Señaló que en el área donde están insertos se producen unos 11 millones de litros de leche y que las empresas nucleadas en APIL, en conjunto, procesan dos millones de litros diarios.

El mercado principal es local, aunque algunos distribuyen en otras regiones de Brasil. “Nuestra principal producción es la mozzarella y también hacemos mucho un queso regional que se llama colonial”, precisó.

Tras la firma del convenio, Fabián Habegger, director del nivel superior de la ESIL, dijo que “la delegación está recorriendo algunas industrias de la cuenca”. También participan de la gira las áreas de Lechería de la Nación y de la Provincia.

“A través del convenio, la escuela ofrece los servicios de formación profesional, de técnicos, de control de calidad, de extensión, investigación y desarrollo, tanto de producción primaria como de industrialización”, dijo.

Los brasileños también mostraron interés “para que los estudiantes de los últimos cursos hagan pasantías en las industrias de APIL, porque tienen mucha avidez en contratar a profesionales formados acá”.

“Para nuestra zona productora, siempre es importante el intercambio de experiencias”, dijo.

También estima que se pueden potenciar las relaciones comerciales de las industrias locales debido a que los brasileños quedaron muy interesados por los lácteos que se producen en Villa María.

“Nos sentimos parte de la cadena productiva láctea de nuestra región”, concluyó Habegger.

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