Son tres ya los tambos certificados por su sistema de gestión de efluentes, informó el Instituto Nacional de la Leche (Inale), emprendimiento de alto valor considerando que la certificación permite a los productores validar su gestión ambiental y detectar oportunidades de mejora.
El miércoles 15 de noviembre se realizó una jornada de campo, junto a técnicos y productores, donde se visitaron el establecimiento de Daniel Robert Armand Ugon y la Escuela Superior de Lechería de Nueva Helvecia.
En ambos predios se recorrieron los sistemas de gestión de efluentes y, junto al equipo auditor integrado por técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y del Ministerio de Ambiente (MA), se analizaron todos los pasos de los sistemas.
Luego, en la biblioteca de la Escuela Superior de Lechería, se hizo entrega de los dos certificados que garantizan que el diseño, la implementación y la operación de los sistemas de gestión de efluentes evaluados cumplen con la normativa actual.
La entrega de los certificados estuvo a cargo de Ernesto Triñanes, gerente de Sostenibilidad y Proyectos del Inale y coordinador del programa de certificaciones; Martín Mattos, director de Recursos Naturales del MGAP; y Eduardo Andrés, director de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) del MA.
Desde el Inale se indicó a El Observador que el Certificado del Sistema de Gestión de Efluentes puede ser gestionado por productores de leche de todo el país, que pueden solicitarla en la web del instituto.
La certificación es voluntaria, gratuita y de carácter nacional.
Una vez culminado el proceso de auditoría, en función de los resultados arribados, el tambo podrá obtener la certificación de carácter ambiental que le permitirá validar su gestión efectiva de SGET por sala de ordeñe.
Esta certificación, otorgada por el Inale con el apoyo de ambos ministerios, se caracteriza por dos aspectos que se consideran claves destacar: el primero de ellos por su carácter de voluntaria, como apuesta al compromiso del sector productivo con el desarrollo sostenible; el segundo consiste en el beneficio ambiental que directamente obtendrán los productores como resultado del cumplimiento de los requisitos para acceder a la certificación.
La iniciativa fue lanzada en julio de este año y ya cuenta con tres establecimientos certificados por su gestión ambiental de los efluentes de tambo.
El primer establecimiento en obtener la Certificación de su Sistema de Gestión de Efluentes fue el tambo de Héctor Blum y su hija Anny, “El Escondido”, en el paraje Puntas del San Salvador, en Soriano. Ordeña en promedio 200 vacas y es remitente a Conaprole.
El segundo establecimiento certificado es el tambo de la Escuela Superior de Lechería, ubicado en Nueva Helvecia, en Colonia. Cuenta con un rodeo de 70 vacas en ordeñe. La leche se elabora variados productos lácteos, en la planta industrial piloto, la cual cumple fines educativos en la formación de los Técnicos en Lechería.
El tercer tambo certificado es el establecimiento de Daniel Robert y familia, ubicado en La Paz, en Colonia, donde se ordeñan, en promedio, 120 vacas y remiten a Conaprole.