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27 Nov 2024
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“El productor grande va a apelar a esa herramienta, el problema es el pequeño que no tiene área ni espalda para una inversión de ese tamaño y que quizá produzca bajo arrendamiento, lo que dificulta más las cosas”.
Justino Zavala es un reconocido productor tambero de destacada actividad gremial; actualmente integra la directiva de la Agremiación de Tamberos de Canelones (ATC). En diálogo con La Mañana se refirió a la importancia del riego y a algunas iniciativas que están desarrollando conocidas asociaciones del sector.

Zavala comenzó enfatizando que el riego “es una herramienta necesaria y muy cara, cualquier equipo requiere una inversión básica de doscientos o trescientos mil dólares, porque no se puede regar con un cañoncito o unas tortuguitas como el esquema neozelandés, eso es totalmente antieconómico”.

“Para regar hay que usar un pivot y estos son caros”, explicó el productor. Operacionalmente, el sistema de pivot “y por milímetro regado, es más barato que cualquier otro, pero la instalación fija es muy cara, pasando por la fuente de agua, en cuyo caso hay que ver los ríos o arroyos, si podemos represar, los tajamares, las lagunas”, porque una cosa es el equipamiento y otra la fuente en que se toma el agua. “Recientemente vimos que las lagunas se secaron y los equipos de agua quedaron parados porque no había materia prima para regar”, comentó.

Por lo tanto “nadie discute la importancia de regar y los grandes productores lo van a terminar haciendo, porque cuentan con ventajas impositivas por la Comap y los proyectos que se presentan en la Comisión de Inversiones que tienen una bonificación importante. Eso les permite desarrollar proyectos que creo que van a crecer mucho”.

Pero “otra es la realidad del productor chico que no lo puede hacer en su campo porque no tiene espalda financiera para hacerlo, tampoco tiene espacio” por un tema de área, y “porque no hay un modelo para regar diez, veinte o treinta hectáreas de forma eficiente”. A ese problema de poca área se agregan los productores que arriendan, “¿cómo hace un productor para poner riego en un establecimiento arrendado?”, planteó Zavala.

Ante ese problema, el productor dijo que las gremiales están “tratando de trasladar el riego a campos de explotación en común, como ya hay algunos”, por ejemplo el riego asociativo de la Sociedad de Productores de Leche de San Ramón (Splsr), que “es un caso muy interesante”.

La ATC “tiene en Paso Belastiqui un campo de doscientas hectáreas en el que hacemos cultivos y cada productor interesado puede participar con una, cinco o diez hectáreas y cuando se cosecha cada uno se lleva la parte que le corresponda, ya sea en fardos, granos, etcétera. En nuestro campo queremos agregar el riego” para más seguridad productiva, “pero hay otras instituciones que han podido avanzar” en sus predios, “como es el caso de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), en Montes.

Lo que se pretende es “que el riego se expanda entre los productores, que los grandes lo hagan por sí adquiriendo la tecnología para ese fin, y que los chicos se puedan agrupar en tierras del Instituto Nacional de Colonización o de la forma en que les sea posible, pero con el fin de aprovechar las tecnologías, teniendo en cuenta la sequía por la que pasamos y porque en el año más llovedor puede haber un momento en el que se necesita regar”.

Un tema que preocupa hace mucho

Actualmente, en Uruguay los productores hablan más del riego y la prensa en general parece estar más interesada en el tema, ahora que acabamos de pasar un largo período sin lluvias o con lluvias insuficientes, lo que generó serios problemas productivos, pero es un tema que está en la conciencia y en la preocupación del sector agropecuario desde hace mucho. En el caso concreto de la lechería “hace años que se viene trabajando”, con instituciones como la Splsr, la ANPL y la Sociedad de Productores de Leche de Florida.

“Hay unos cuantos equipos instalados y hay capacidad para crecer muchísimo. Eso es muy importante”, porque a pesar del costo “una vez que se consiguen los fondos son proyectos realizables”, valoró.

En su opinión, los fondos que se logren con ese fin “no deberían ser donaciones, sino préstamos para que los productores o las gremiales accedan a ellos y luego los devuelvan, para que sigan girando y promoviendo nuevos proyectos; los plazos deberán ser de acuerdo con cada proyecto”.

En ese sentido Zavala opinó que “el fondo que se va a generar a través de lo que fue el Fondo de Garantía Lechero, y que a solicitud de las gremiales lecheras va a seguir por diez años más, la mejor aplicación que tendría sería para proyectos de este tipo, permitiendo el desarrollo”.

Aquí el productor canario señaló su discrepancia “con el fondo anticíclico, porque es un subsidio que se gastó y se terminó sin que tenga un impacto importante. Además, en la medida en que la producción de leche está muy concentrada, el subsidio también se va a concentrar porque es por litro, y por tanto va a ir a parar, proporcionalmente en volumen de dinero, a quienes manden más litros. Hay que ver qué impacto tiene, pero en el mejor de los casos esto va a estar disponible recién en 2026”.

Por otra parte consideró que “no hay dudas de que el riego se va a expandir en la lechería, porque disminuye el riesgo y da estabilidad al rubro, incluso más estabilidad que otras medidas que se puedan tomar” por parte de los productores.

A su vez, Zavala remarcó que “hay mucha convicción de que es una tecnología que vamos a tener que aplicarla, pero no es solo decir ‘vamos a regar y poner agua allí’, sino que el riego es la frutilla de la torta, antes hay que hacer todas las cosas bien para que llegado el momento el acto de regar tenga el efecto buscado. Como pasa en todo, cualquiera sea la tecnología que se aplique, ya sea en la siembra de una alfalfa o cualquier otra, cada vez tenemos menos posibilidad de equivocarnos. Tenemos que hacer las cosas bien porque los costos son muy altos y el margen de error se reduce”.

Son muchas las instituciones que trabajan con el fin de incorporar el riego como una herramienta de producción, y “hay una experiencia técnica general. Ahora INIA La Estanzuela va a realizar algunas simulaciones para empezar a aplicar ese conocimiento en la lechería, por lo que hay un lindo camino hecho y un mejor camino por hacer”.

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