Personal de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), con el acompañamiento de la Policía Nacional, realizaron operativos de vigilancia y control de la inocuidad de la leche cruda.
Las acciones se ejecutaron en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Tungurahua, con el objetivo de verificar que el producto no tenga alteraciones y sea apto para su industrialización y posterior consumo humano.
En los operativos se inspeccionó la fase primaria de producción en fincas ganaderas lecheras, centros de acopio, medios de transporte o industrias lácteas.
Para los controles, los técnicos utilizan un termolactodensimetro que sirve para medir la densidad de la leche, pistola de alcohol, kit y otros equipos para determinar la presencia de antibióticos u otro tipo de contaminantes o adulterantes que afecten a la salud humana.
Las pruebas que se realizaron a la leche se basan en características organolépticas, estabilidad proteica, temperatura, densidad, pH, antibiótico, peróxidos, aflatoxinas, neutralizantes, peróxido y cloruros. En el caso de que la leche no cumpla con una de estas pruebas, la misma es decomisada.
Durante el 2023, a escala nacional se ejecutaron más de 1.200 operativos en fincas ganaderas lecheras, centros de acopio, medios de transporte e industrias lácteas, lo que permitió el análisis de alrededor de 5.000 muestras.
En total, se controlaron más de 11 millones de litros de leche cruda, de los cuales 744.000 fueron decomisados, debido al incumplimiento de parámetros de inocuidad que indica que la leche cruda no es apta para procesamiento y posterior consumo humano.
En Pichincha, Cotopaxi y Tungurahua se controlaron más de 70.000 litros de leche cruda y se decomisaron 900 litros por presencia de antibióticos y estabilidad proteica.
Rommel Betancourt, coordinador General de Inocuidad de Alimentos de Agrocalidad, expresó que los operativos de control de leche cruda permiten mantener un alimento inocuo y bajo estándares de calidad.