“Esto afecta a todos los argentinos. Por un lado, de los 11 rubros exportadores, solamente 3 ingresan más dólares de los que consumen: transporte, minería y las cadenas agroindustriales. Sin embargo, las últimas generan 14 veces lo que generan transporte y minería juntos. Esto quiere decir que los dólares que entran de las cadenas agroindustriales nos permiten comprar computadoras, celulares, ropa, muebles, combustibles, juguetes, entre otros. Además, menos exportaciones es igual a menos trabajo y menos oportunidades”, agrega Pisani Claro.
“¿A cuántos países llegamos?”, es uno de los tantos interrogantes que se resuelven con el estudio de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina). “Las cadenas agroindustriales argentinas llevan sus productos a más de 155 países, eso equivale al 80% del mundo. Como principales compradores se destacan Brasil, China, Estados Unidos y Vietnam”, revela David Miazzo, Economista Jefe de FADA.
Perspectivas 2024: ¿Qué podemos esperar?
Según el informe, las perspectivas de las exportaciones para 2024 son: neutras en términos de demanda internacional; positivas en competitividad cambiaria; positivas en oferta exportable; y negativas en precios.
“Podemos esperar un 2024 con mayor nivel de exportaciones respecto a 2023, generado por la tracción de los granos, aunque con menor valor que 2023 a causa de los precios. Con estas perspectivas, se podrían estimar exportaciones de las cadenas agroindustriales alcancen un valor entre USD 50.000 y USD 55.000 millones en 2024, unos USD 15.000 millones por encima del nivel de 2023”, analiza Miazzo.
Radiografía de las exportaciones 2023
“No fue un buen año para las exportaciones agroindustriales: de los 20 complejos que analizamos, en 16 cayeron las exportaciones, lo que ocasionó que ingresen 20.680 millones de dólares menos al comparar con lo exportado en 2022. Esto fue producto de la sequía y de los precios internacionales”, observa Pisani Claro.
Se destaca que Argentina es primera exportadora mundial de porotos, aceite y jugo de limón, maní y aceite de soja. Estamos segundos en harina de soja y yerba mate y terceros en leche en polvo, maíz y porotos de soja.
El estudio de FADA también analiza quiénes son nuestros principales compradores: Brasil (lácteos, legumbres, peras y manzanas y trigo), China (carne aviar y de vaca y cebada), India (girasol y soja), EE.UU. (té, uva, limón y forestal), Vietnam (maíz), Chile (arroz), Países Bajos (maní), Siria (yerba), España (pescado), Costa de Marfil (cerdo) y Alemania (lanas).
Una actividad federal con impuestos no tan federales
En 2023, Argentina exportó por USD 66.788 millones de dólares. Las cadenas agroindustriales generaron un total de USD 38.835 millones en concepto de exportaciones. Del total de las exportaciones argentinas, 6 de cada 10 dólares provienen de las cadenas agro, lo que equivale al 58% de las exportaciones argentinas.
“Los productos agroindustriales salen desde todo el país, es una actividad totalmente federal. Cada rincón de la Argentina tiene miles de trabajadores que se especializan en las producciones de esa región. Por ejemplo, en la Patagonia lo que más se exporta son los rubros pesqueros, peras y manzanas. En la región pampeana son mayoría soja, maní, girasol, maíz, trigo, cebada, carne de vaca, lácteos y carne aviar. En cuyo prevalece la cadena vitivinícola. Desde el NEA es el té, la yerba y productos del complejo forestal. Por último, en el NOA se especializan en limón, porotos y garbanzos”, afirma la economista.
“Sin embargo, ese federalismo no se refleja desde lo impositivo, ya que el 89% de lo recaudado por AFIP en Derechos de Exportaciones viene de las cadenas agroindustriales, y ese impuesto no es coparticipable a las provincias. O sea, es trabajo y recursos que se generan a lo largo y ancho del país y que quedan en el Estado nacional”, concluye Miazzo.