La sistematización y la robótica se han convertido en aliados clave para los ganaderos, ofreciendo eficiencia, mayor planificación, organización, ejecución y control de las actividades para mejorar la productividad, reducir los costos de producción y aumentar la eficiencia en el uso de los recursos.
La sistematización del ordeño ha simplificado las operaciones diarias al integrar tecnologías avanzadas que controlan y supervisan el proceso. Por ejemplo, los sistemas de identificación por radiofrecuencia, Rfid, permiten el seguimiento individualizado de cada vaca y garantizan un enfoque personalizado durante el ordeño. Esta tecnología optimiza la gestión del rebaño, identificando posibles problemas de salud del animal y maximizando su producción.
Los robots de ordeño han revolucionado aún más la industria. Estos dispositivos autónomos pueden ordeñar a las vacas sin la intervención directa del ganadero, mejorando la eficiencia del proceso y la calidad de la leche, ya que detecta el momento exacto del limite de extracción láctea para no saturar al ganado y causar posibles daños al tejido de la ubre y, a su vez, se libera tiempo para otras tareas.
Un ejemplo de herramientas y dispositivos de sistematización son los collares con sensores y GPS que se colocan en el cuellos de los animales, que permiten recopilar datos de salud como frecuencia cardiaca, cambios de temperatura corporal, movilidad, entre otros.
De acuerdo con Ricardo Arenas, responsable de cadenas, asistencia técnica y extensión de Fedegan, si estas tareas se hicieran manualmente por personas, se exigiría demasiado personal al ser un trabajo desgastante en producciones grandes, en las que se trabaja con 3.000 animales aproximadamente.
”Uno tiene que pensar que esos trabajos físicos son extenuantes y no son tan sanos para los ganaderos, no es tan cierto que estamos afectando o impactando a los campesinos, por el contrario, estamos hablando de darles unas tareas menos extenuantes físicamente, teniendo en cuenta que la robótica esta enfocada exclusivamente a grandes explotaciones. Por ejemplo, aquí en Colombia yo no tengo conocimiento de mas de dos robots de ordeño que estén funcionando y somos 620.000 ganaderos”, dijo.
Aunque la inversión inicial puede ser significativa, los beneficios a largo plazo son notables. La reducción de la dependencia humana en el proceso de ordeño mejora la consistencia y la calidad de la leche, al tiempo que disminuye la carga de trabajo de los ganaderos. Además, la robótica permite un monitoreo continuo, detectando anomalías y alertando sobre posibles problemas de salud en tiempo real.
El tema de la robótica ha generado debates en la población que considera que muchos de estos procesos son antinaturales, asumiendo que no se tienen los cuidados necesarios para proteger la salud de los animales.
”Es mas cercano a la naturaleza o al proceso natural del ternero chupando la glándula mamaria con el equipo especializado que con la mano del ordeñador, el movimiento que hace el ternero con la lengua con succionar la leche de la vaca es muy similar a la que hacen estos equipos, lo cual es muy diferente al movimiento de la mano que es simplemente una presión con los dedos y algún estiramiento hacia bajo, muy distinto al proceso natural de succión del ternero cuando mama”, agregó.
La combinación de la sistematización y la robótica en el ordeño está redefiniendo la forma en que los ganaderos abordan la producción láctea. Estos avances tecnológicos no solo aumentan la eficiencia, sino que también mejoran el bienestar de los animales y la calidad de producto final, posicionando a la industria láctea en la vanguardia de la innovación agropecuaria.