Ese resultado, anticipado este lunes por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), está lejos de los pronósticos catastróficos que hablaban a principios de año de una caída de entre 10 a 20% de la oferta lechera, debido a la crisis que visiblemente ha afectado a la mayoría de los tambos a lo largo de todo el año. Esta crisis se expresó tanto en materia climática (la sequía afectó fuertemente la oferta de pastos y verdeos) como económica (a lo largo del ejercicio, los tambos no llegaron a cubrir sus costos de producción).
Pero el ajuste de solo 2% en la producción de leche también está lejos de cualquier festejo, porque muestra de nuevo una lechería estancada desde principios del milenio en torno a 10 mil u 11 mil millones de litros.
A la vez, la estadística del OCLA abre un signo de interrogación sobre lo que pueda suceder en 2024, ya que la crisis de ingresos para la actividad lechera persiste. De hecho, el gráfico de evolución anual muestra que los descensos de producción han sigo mayores en los últimos cuatro meses del año, lo que muestra el impacto de esta coyuntura.
Tomando solo los datos del mes de diciembre, de hecho, la producción fue de 951 millones de litros de leche, lo que implicó un valor de 5,3% por debajo del mes anterior y de 7,7% respecto de igual mes del año anterior. Es decir que en los meses más recientes sí impacta la crisis de rentabilidad de la producción primaria, que condujo a que muchos tambos cierren pero sobre todo a que la mayoría reduzca sus niveles de producción, ya sea bajando la calidad de las raciones o ya sea eliminando las vacas menos productivas.
“Normalmente la producción en el mes de diciembre decrece entre 5 y 6% respecto a noviembre (en promedio diario). Este año ha tenido una caída del 8,3%, producto de algunos efectos colaterales de la seca generalizada y prolongada que sufrieron en diferente medida todas las regiones productivas, luego exceso de lluvia en otras durante el mes y las relaciones desfavorables entre precio de la leche y algunos insumos básicos (sobre todo concentrados)”, advirtió el análisis del OCLA.
En este sentido, se remarcó que “diciembre 2023 es el mes de menor producción en diciembre de los últimos 4 años”.
Medida en “sólidos útiles” (grasa butirosa y proteína), la producción anual cayó 1,1% en el año 2023, cuando los litros producidos cayeron un 2%. Esta situación “se da por una mínima desmejora del contenido de los denominados sólidos útiles en la leche (7,16% de Sólidos en 2023 y 7,17% en 2022)”.