Carolina Espitia, primera gerente mujer de Alpina, habla de su nombramiento y de los retos del 2024
Tuvieron que pasar casi 80 años para que Alpina –una de las compañías más icónicas de Colombia– nombrara a la primera gerente mujer de su historia. Se trata de la bogotana Carolina Espitia, una ingeniera industrial de 50 años, apasionada por las finanzas y los viajes, quien fue durante casi ocho años (desde 2016) la vicepresidenta financiera de la empresa. Ha trabajado en compañías nacionales e internacionales en temas de banca de inversión y estrategia corporativa, principalmente.

Es hija de dos bogotanos. Su madre siempre se dedicó al hogar y su padre a los negocios, especialmente del sector de la construcción. “El barrio Quinta Paredes de Bogotá lo construyó él en parte”, cuenta Espitia. Estudió en el Liceo Francés –que le dejó una curiosidad por explorar otras culturas–, se graduó en la Universidad de los Andes en 1996 y en 2001 se fue a Inglaterra, donde hizo una maestría en Administración de Empresas en el London Business School.

Allí estuvo hasta 2008, cuando volvió al país. Hoy vive en Sopó, desde hace 20 años está casada con un holandés y tiene dos hijos, de 15 y 18 años. Su familia ha sido su pilar y lo que la ha ayudado, junto con el yoga, a mantener equilibrada una agitada vida profesional. En entrevista, la nueva gerente habla sobre su cargo, su vida fuera de las oficinas y los retos de la compañía que se fundó en 1945.

¿Se esperaba este nombramiento?

Para nada. He trabajado en el rol financiero, pero desde hace cinco años he podido acompañar la adquisición de compañías. Venía moviéndome en esa gestión, entonces no me veía… De verdad fue una sorpresa y lo veo como un voto de confianza muy grande.

Es la primera mujer gerente. ¿Cómo se siente eso?

Cuando me nombraron, me dijeron: usted está ahí por sus capacidades y no por ser mujer, lo cual valoro enormemente porque creo que dice mucho del trabajo que uno hace. Habiendo dicho eso, el tema de ser mujer no es menor, los accionistas lo remarcaron porque sienten que voy a aportar diversidad al cargo.

Yo lo veo de la misma forma. El reto mío no es menor al de mis antecesores, tenemos que hacer lo mismo, pero creo que ser mujer sí me permite trabajar diferente. Como líder soy muy cercana, reto mucho pero de una manera tranquila también. Me preocupo mucho por la gente. Creo que si la persona está bien puede entregar lo mejor en el trabajo. Me tomo muy en serio el desarrollo de la gente.

¿Ha enfrentado obstáculos para escalar por ser mujer?

He trabajado con hombres toda mi vida. Nunca sentí un trato diferencial. No sentí que no podía avanzar en mi carrera por ser mujer, y creo que esa seguridad en mí me ha permitido trabajar tan duro como los demás y ver los resultados.
Lo que sí creo es que no todas las mujeres han tenido el mismo proceso. Soy consciente de ello, de que las oportunidades no están ahí para todas y me llena de orgullo estar en un rol donde me ven como la posibilidad real de que sí se puede llegar a estos cargos, que no hay límite. Me lo tomo con una responsabilidad inmensa.

Uno, que para lograr el éxito profesional no hay que renunciar a la parte personal. No es fácil, pero es posible tener una parte personal sólida y también una carrera que se desarrolla.

¿Cuál será su propósito central como gerente?

Estratégicamente, mantener la continuidad de lo que hemos construido estos años, una estrategia de crecimiento y diversificación. Viene un año retador, nos enfrentamos a incertidumbres, y el cómo vamos a trabajar en el 2024 creo que va a hacer la diferencia. Queremos trabajar anticipándonos y siendo capaces de ser muy flexibles, rearmando el equipo y teniendo una mentalidad muy de corto plazo y de ejecución rigurosa.

¿Y su mayor reto?

Creo que es entrar a conocer el negocio en mayor detalle. Soltar el tema financiero para poder meterme más en el negocio, mostrarme y ser cercana a la compañía y los alpinistas. Mi reto ahora es salir a las sedes, a las regiones, estar más cerca de la operación.

Ha dicho que será un 2024 cauto. ¿Cuáles serán las prioridades?

Vamos a empezar priorizando el gasto, enfocándonos en el consumidor, en la marca y en la transformación, sobre todo la digital. Las apuestas del corto plazo siguen siendo el consumidor, sostenibilidad y apostarle a nuestras marcas con innovaciones que vienen para el primer semestre. Pero las grandes inversiones las estamos aplazando para el segundo semestre, en el que esperamos una reactivación del consumo.

¿Cuánto invertirán?

Cerca de 50.000 millones de pesos, muy en línea con el 2023.

¿El 2023 fue un año bueno, regular o malo para Alpina?

Esperamos crecer un poco por encima del crecimiento del PIB. Ha sido un año retador, todos conocemos, por una inflación persistentemente alta y unas tasas de interés altas. Esto a nivel de consumo tiene un impacto grandísimo; vimos un consumidor que tenía que escoger constantemente dónde poner su dinero. En este contexto tan complejo, crecer por encima del PIB es un resultado satisfactorio.

En un mundo en el que aún hay una gran brecha de género, ¿qué les diría a las mujeres?

Uno, que para lograr el éxito profesional no hay que renunciar a la parte personal. Las mujeres muchas veces se enfrentan a tener que tomar esa decisión. No es fácil, pero es posible tener una parte personal sólida y también una carrera que se desarrolla que no se debe frenar. El otro mensaje es: hay que trabajar muy duro. Las cosas no llegan gratis, pero si uno se lo propone estoy convencida de que lo podemos lograr.

¿Qué hace Carolina cuando no es ejecutiva?

Me encanta estar con mi familia. Creo que después de estar en el trabajo dedicada al 100 por ciento, salir y tener espacios para compartir con mi familia es supervalioso. Lo otro, hago yoga y me encanta hacer caminatas al aire libre acá en la Sabana. Todo esto busca complementar la intensidad de las horas de trabajo. Y, por otro lado, los viajes son parte importante de mi vida. Veo en ellos la posibilidad de siempre estarnos comparando como sociedad, de contrastar la forma en la que hacemos las cosas.

Un personaje que tenga como referente…

Leonardo Da Vinci siempre me ha encantado como inventor, como una persona que no estuvo encasillada en que puede una u otra cosa, sino que se permitió ser creativo, retarse. Es el no creerse el cuento de que ya llegamos, sino tener ojos de sorpresa, de permitirse explorar. Su forma de pensar y su espíritu me llenan de energía y de pasión, y trato de rodearme de gente así.

¿Producto favorito de Alpina?

El queso Sopó. Trato de comer balanceado siempre, nutrirme bien, y ese para mí es el snack perfecto. Hasta hace un tiempo era el fresco, hoy en día que lanzamos nuestros snacks de quesos deshidratados, lo puedo llevar en la cartera. Me encanta que es original, único y nuestro, y de verdad creo que tiene el balance correcto de un maduro adaptado al paladar colombiano.

¿En qué podría mejorar la compañía hoy?

Tenemos un reto. Somos muy grandes, 3.000 personas operando en el país. Hoy hay muchos emprendimientos y compañías pequeñas, y en ese tamaño logran ser ágiles, flexibles, hacer lanzamientos rápidos. Nosotros tenemos que reinventarnos para tener la misma agilidad y flexibilidad y mantenernos competitivos.

¿Qué se necesita para reactivar la economía? ¿Bajar las tasas de interés es el camino?

Creo que bajar las tasas va a ayudar, pero no bajarlas porque a todos nos gusta. Confío plenamente en el criterio técnico del Banco de la República, que deben bajar al ritmo que se necesita dadas las condiciones de la economía. En la medida en que ya empezamos la senda de reducción de tasas de interés, el proceso de ajuste de la economía se debe dar, y eso es lo que nos va a llevar a que el consumidor afloje en el bolsillo. Ahí está la expectativa este año, más en el segundo semestre, con una bajada de tasas ya importante.

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