Las empresas de alimentos y bebidas están transformando sus negocios a través de la IA por ello, deben prepararse ahora para la próxima Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea.
De acuerdo con los especialistas, la primera gran regulación de Inteligencia Artificial del mundo, que se espera que entre en vigor en 2026, limitará los sistemas de IA en función de sus riesgos para la sociedad.
En diciembre de 2023, el Parlamento Europeo alcanzó un acuerdo provisional con el Consejo sobre la Ley de IA.
La prioridad del Parlamento es garantizar que los sistemas de Inteligencia Artificial utilizados en la UE sean:
- seguros
- transparentes
- trazables
- no discriminatorios
- respetuosos con el medio ambiente
Las autoridades también quieren establecer una definición uniforme y neutral desde el punto de vista tecnológico de la IA que pueda aplicarse a los futuros sistemas.
Esta ley tiene como objetivo hacer que las empresas sean más responsables de lo que están haciendo con la Inteligencia Artificial.
Con esto, se pretende que adopten un enfoque basado en el riesgo con diferentes requisitos para diferentes categorías. Bajo este esquema, cuanto mayor sea el riesgo, más estrictas serán las reglas y mayores serán las multas.
La Inteligencia Artificial eleva la comida de los consumidores
De acuerdo con un informe reciente de Rabo Research, hay varias formas en que los sistemas de IA están elevando el sector de consumo de alimentos. Esto a pesar de que la tecnología aún está incipiente.
Las principales áreas a las que se dirigen las empresas alimentarias son:
- eficiencia operativa
- experiencia del cliente
- el desarrollo de nuevos productos
Las empresas están explorando la Inteligencia Artificial para ayudar con la previsión de la demanda y una gestión de inventario más precisa.
El repentino aumento de la IA generativa también significa que las empresas alimentarias pueden interactuar con los consumidores de formas novedosas y avanzadas.
Por ejemplo, los minoristas ofrecen consejos de compra hiperpersonalizados a los clientes en función de los presupuestos, los gustos y las preferencias culinarias individuales, destacan los expertos.
Además, la innovación de productos es un área de enfoque clave, las empresas utilizan la IA para desarrollar sabores e ingredientes. Y muchos de los jugadores más grandes de alimentos y bebidas se asocian con nuevas empresas de IA para impulsar la innovación.
A largo plazo, se estima que la IA desempeñe un papel importante en la transición hacia un sistema alimentario más sostenible, incluso en las áreas de proteínas alternativas más avanzadas, proteínas de origen vegetal y nutrición funcional.
¿Qué pasará con las pequeñas empresas?
Una de las principales preocupaciones son las barreras de exclusión de costos para las empresas más pequeñas que no pueden arriesgar su inversión en sistemas de Inteligencia Artificial. Esto podría conducir a una mayor división de poder entre las grandes y las pequeñas corporaciones.
Los costos de implementación de este tipo de tecnología varían significativamente dependiendo de factores como:
- el tamaño de la organización
- el alcance
- la complejidad de la solución de IA
- casos de uso específicos
Por su parte, las grandes empresas tienen más recursos y capital para invertir en infraestructura de Inteligencia Artificial, lo que las convierte en las probables ganadoras iniciales en la era tecnológica que se avecina.
De esta manera el Parlamento Europeo quiere establecer una definición uniforme y tecnológicamente neutra de la IA que pueda aplicarse a los futuros sistemas, concluyen los especialistas.
Independientemente de si las empresas son grandes y poderosas o pequeñas y especializadas, se espera ver una brecha cada vez mayor entre los líderes tecnológicos y los rezagados. Lo que puede conducir a un mayor desequilibrio de poder, concluyen los especialistas.