¿Cómo ayudan los lácteos a la nutrición en la vida diaria? Desde alimentos que incluimos en el desayuno hasta botanas para compartir con nuestros amigos, los lácteos son una alternativa nutritiva de alimentación.
Durante la niñez, madres, padres y cuidadores destacan la relevancia de estos alimentos, pero conforme vamos creciendo, el consumo parece ser opcional sin aportar mayor valor. Esto provoca que las personas dejen de consumir productos lácteos y con ello, perdiendo las propiedades que les ofrece.
¿Qué beneficios dejan los productos lácteos a la salud? ¿Por qué es recomendable su consumo después de la niñez? Quédate en esta nota para resolver tus dudas sobre los lácteos. A la par, no dudes en consultar a un especialista para darle respuesta a las necesidades que tienes.
¿Qué aportan los lácteos a la salud?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por producto lácteo se entiende un producto obtenido mediante cualquier elaboración de la leche que puede contener aditivos alimentarios y otros ingredientes necesarios para la elaboración. La diversidad de productos lácteos varía considerablemente de región a región y entre países de la misma región, pues depende de hábitos alimentarios, tecnologías disponibles, demanda de mercado y circunstancias culturales y sociales.
El portal añade que más de 6,000 millones de personas en el mundo consumen leche y productos lácteos y la mayoría de ellas vive en países de desarrollo. La leche proporciona del 2% al 4% del suministro de energía alimentaria en África y Asia, en comparación con el 8% al 9% en Europa y Oceanía. La demanda de leche líquida suele ser en centros urbanos y la leche fermentada en zonas rurales.
El Centro de Vida Saludable informa que los lácteos aportan proteínas, vitaminas y minerales, entre los cuales destaca el calcio, un nutriente esencial para la formación y mantención de huesos y dientes. La recomendación para la población general es de al menos tres porciones de lácteos sin azúcar al día, recalcando la importancia de consumirlo durante todas las etapas de la vida y no sólo limitarlo a la niñez.
“Los productos lácteos aportan azúcar y son una fuente de vitaminas, de minerales, de grasa, y de proteínas de alto valor biológico. Por todo esto, su retirada, especialmente en etapas de crecimiento, supone un déficit de los macronutrientes y micronutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los tejidos, o de los huesos, por ejemplo”, menciona Paula Arbáizar Rodríguez, especialista en aparato digestivo para Infosalus.
Debido a esto, la especialista aconseja evitar quitar los productos lácteos, como la leche, de la alimentación si no existe una intolerancia diagnosticada. En caso de tomarse esta decisión, puede producirse un déficit de galactosa, un monosacárido que participa en diversas funciones del organismo, contribuyendo al sistema nervioso, inmunológico y la producción de células.