El Principado explora dos salidas al conflicto abierto en el campo tras la decisión de Arias y Danone de dejar de recoger la leche a unas 40 explotaciones. De un lado, busca «una solución trabajando desde la discreción», informó el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, en alusión a las conversaciones con la industria.
Del otro, su departamento asume que «es posible que en el futuro más cercano sigan existiendo riesgos» para los ganaderos ubicados en territorios dispersos, con producciones moderadas y alejados de los centros de procesamiento de la industria láctea.
«Existe el riesgo de que la recogida no sea rentable, así que el Gobierno de Asturias va a analizar una ayuda que vaya dirigida a las empresas que garanticen la recogida en zonas de difícil acceso, gran distancia y ciertos volúmenes de producción», avanzó.
«Sería la primera vez que en Asturias se saca una convocatoria de estas características», expresó Marcos Líndez. «Debemos contribuir e incentivar a las empresas, continuar apoyándolas para que ambas partes salgan beneficiadas», apostó.
El titular de Medio Rural anunció esta iniciativa tras una reunión con cinco organizaciones agrarias (COAG, Usaga, Asaja, URA y UCA), en la que pasó revista a sus políticas en la materia.
Posteriormente y en un comunicado su departamento concretó que «las ayudas, que se pondrán en marcha a lo largo del año tendrán en cuenta las distancias, así como el volumen de leche entregado por las pequeñas explotaciones» ubicadas en zonas de alta montaña.
Los representantes sindicales acogieron con frialdad la propuesta de subvencionar a la industria. «El consejero sabrá lo que tiene que hacer, pero si tenemos que mantener la recogida de leche a base de subvenciones es que mal vamos», señaló Ramón Artime, de Asaja. Otras organizaciones rebajan el plan a «una idea» y dudan de que sea posible incentivar «la recogida a unas explotaciones sí y otras no».
En lo que coinciden es en que existen posibilidades reales de solventar el problema de los 40 afectados. «De ellos 16 son de Arias, que ya ha comunicado que seguirá recogiendo la leche hasta que encuentren otra empresa.
Danone en cambio mandó un frío burofax a sus abastecedores diciendo que dejaba de recoger a finales de octubre», detalla Mercedes Cruzado, de Coag. «La nueva de Salas, Royal-A-ware, necesita leche, pero dice que empiezan en abril, así que alguien deberá alargar su plazo o adelantarlo», confía.
Ambas centrales subrayan que «el protagonismo lo deben tener los afectados», apuestan por trabajar «sin ruido» y están persuadidas de que los productores encontrarán quién se aprovisione con su leche.
El consejero aprovechó el encuentro para pasar revista a otros compromisos. Aseguró que «en las próximas semanas» cumplirá el objetivo de poner al día los expedientes de pagos de daños por fauna salvaje, momento a partir del cual se intentará abonar la compensación «en un máximo de 90 días» después del ataque. Las centrales agradecieron el avance pero apremiaron a mejorar las cuantías, incluyendo el lucro cesante.
Marcos Líndez analizó los cambios que el Ejecutivo quiere introducir en la ley forestal, y que el miércoles votará el pleno de la Junta General. «Compartimos la preocupación del sector y deseamos que el texto prospere», indicó el titular de Medio Rural.
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