La caída en el precio de las acciones y la incapacidad de Nestlé para igualar el desempeño de sus competidores, como Unilever, minaron la confianza de los inversores en el liderazgo de Schneider.

En paralelo, la empresa también está metida en diversas controversias, por ejemplo, la ONG Public Eye acusó recientemente a Nestlé de vender alimentos para bebés con altos niveles de azúcares añadidos en los países con bajos ingresos y adoptar, en cambio, por un enfoque radicalmente diferente en los países ricos.

Por su parte, el nuevo consejero delegado se unió a Nestlé en 1986. Fue responsable del mercado europeo entre 2008 y 2014, para después ocuparse del continente americano. En 2022, tras una reestructuración de las zonas geográficas del grupo, este pasó a liderar las operaciones en Latinoamérica.

Cuando se le preguntó en qué se diferenciaría su estrategia de la de Schneider, Freixe dijo a los periodistas que Nestlé, una empresa con más de 2.000 marcas, que abarcan desde comida para perros hasta agua y nutrición infantil, se centraría en sus actividades “principales”.