Los Amish han votado en el condado de Lancaster (Pensilvania), uno de los más importantes de este estado clave.
Los Amish han votado en masa en estas elecciones presidenciales de EEUU en el condado de Lancaster (Pensilvania) a Donald Trump, candidato republicano. ¿Por qué han votado en estas elecciones cuando generalmente suelen mantenerse al margen? A continuación te contamos cómo un problema con la leche de los Amish ha hecho que hayan votado de forma mayoritaria a Donald Trump y le hayan dado este estado indeciso, Pensilvania, clave para ganar las elecciones presidenciales. Trump ha arrasado en las urnas a la vicepresidenta Kamala Harris. Los Amish se registraron para votar a Trump después de una redada del FBI en enero de este año en la granja de leche cruda de Amos Miller en Bird in Hand (Pensilvania). Esta redada se ha convertido en el centro del debate sobre los límites de la regulación gubernamental y los derechos individuales. Los Amish se han cansado de las regulaciones y restricciones de los políticos demócratas.
La Oficina del fiscal general de Pensilvania, dirigida por la demócrata Michelle Henry, presentó una demanda contra Miller para detener su venta de leche cruda y otros productos no regulados. Alegó violaciones de las leyes de seguridad alimentaria y preocupación por los riesgos para la salud pública. El Departamento de Agricultura de Pensilvania irrumpió en la granja de Amos Miller el 4 de enero tras recibir denuncias de que varios niños habían tenido enfermedades relacionadas con productos lácteos crudos comprados allí.
Esta intervención se produjo después de dos casos del patógeno transmitido por los alimentos STEC – Shiga toxina que produce E. Coli en diciembre en menores de edad, según el Departamento de Agricultura. Se analizó carne picada y ponche de huevo crudo de la granja Miller después de que un menor de edad de Nueva York consumiera estos productos. En Michigan, hubo otra denuncia de un menor que también dio positivo por STEC tras tomar leche cruda, productos lácteos, huevos, queso y carne de la granja de Miller.
Miller alegó que sus ventas se limitaban a una asociación privada, lo que le eximía de ciertas normas. Su caso atrajo la atención de figuras y grupos conservadores, que consideraron que el Estado se había extralimitado en sus funciones y lo apoyaron. Se organizó una concentración frente al tribunal y se recaudaron más de 200.000 dólares para la defensa legal de Miller.
En marzo de 2024, el juez Thomas Sponaugle del Tribunal de Causas Comunes del condado de Lancaster emitió una orden que permitía a Miller producir leche cruda para su familia inmediata, pero prohibía la venta de estos productos al público hasta que obtuviera el permiso estatal de leche cruda requerido. El juez hizo hincapié en que el litigio se centraba en los requisitos para obtener la licencia estatal y no en la legalidad de la leche cruda en sí. El equipo jurídico de Miller argumentó que la normativa de Pensilvania no debía restringir su capacidad de vender productos de leche cruda a clientes de fuera del estado. En octubre de 2024, el Departamento de Agricultura de Pensilvania solicitó la revisión del tribunal de apelación para aclarar si las leyes estatales podían impedir a Miller la venta de leche cruda en otros estados.
Entonces, la comunidad Amish consideró la medida un exceso de interferencia por parte del Gobierno del Estado de Pensilvania. Por ello, los Amish decidieron votar al republicano Donald Trump, cuyo partido está a favor de una menor intervención gubernamental. La comunidad Amish se unió a Miller, que adujo sus creencias religiosas como razón para no seguir las directrices de la Administración de Alimentación y Medicamentos.
La granja de Amos Miller se convirtió en un punto de encuentro para los partidarios de Donald Trump, que defienden los derechos de los granjeros Amish. El hijo mayor del republicano, Donald Trump Jr., avivó el debate con un mensaje en redes sociales: «¿Imagina lo que podrían conseguir las fuerzas del orden si persiguieran, no sé, digamos, a los miembros de las redes de pedofilia de élite en lugar de a los granjeros que venden a sus vecinos?».
Los Amish suelen evitar votar. En cambio, a veces pueden tener ciertas motivaciones hacerlo. Ocurrió en la década de 1950. Entonces, les preocupaban las políticas de la escuela pública. En particular, la asistencia obligatoria a la escuela secundaria les impulsó a muchos a votar.
En Pensilvania, hay 90.000 Amish. En esta ocasión, los republicanos vieron una oportunidad en el caso de la leche de Amos Miller. Por ello, empezaron a cortejar el voto Amish. Delegaciones especiales de la campaña de Trump aparecieron en ferias y granjas Amish para hacer campaña en favor de Trump.
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