El aumento se debió principalmente al aumento de los precios de la carne de bovino, como resultado de la fuerte demanda mundial unida a las limitaciones de la producción debidas a las paradas sistemáticas de mantenimiento de fin de año en las plantas de elaboración de los principales países exportadores. Asimismo, los precios internacionales de la carne de ovino aumentaron, respaldados por la menor disponibilidad de sacrificio en Australia tras la mejora de las condiciones de los pastizales gracias a las recientes lluvias, que fomentaron una mayor retención del ganado, combinada con una demanda mundial sostenida. En cambio, los precios de la carne de porcino disminuyeron, respaldados por una demanda de los consumidores más débil de lo previsto en la Unión Europea antes de las vacaciones de invierno. Por su parte, los precios de la carne de aves de corral registraron un ligero descenso debido a la abundante oferta de exportaciones procedente del Brasil. En 2024 en su conjunto, el índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 117,2 puntos, 3,1 puntos (un 2,7 %) más que en 2023, impulsado por una fuerte demanda de importaciones de los principales países importadores de carne, en un contexto de menor crecimiento de la producción mundial. Esto sostuvo el aumento de los precios medios de la carne de bovino, ovino y de aves de corral, mientras que los precios medios de la carne de porcino disminuyeron, impulsados ​​por una demanda de importaciones moderada, en particular de China.

Fuente: https://www.fao.org/