Mónica Oettinger Wohlgemuth, presidenta de SAVAL F.G.: "La diversidad nos fortalece y permite abordar de manera integral las necesidades y desafíos del sector". La dirigente señala que la unidad gremial ha sido esencial en los 80 años de la entidad, permitiendo alianzas estratégicas y mayor incidencia en ternas como sostenibilidad, productividad y políticas públicas justas, oestac,anc o que el aniversario —celebrado en diciembre pasado- rinde homenaje a los fundadores visionarios que sentaron las bases y renueva el compromiso con un futuro colaborativo, resiliente y sustentable.
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SAVAL, la Sociedad Agrícola y Ganadera de la Región de Los Ríos acaba de celebrar 80 años como un pilar clave para los productores y gremios del sector en la región, consolidándose como una organización madura y comprometida con el crecimiento y bienestar del agro. A lo largo de su historia, ha superado desafíos económicos, tecnológicos y ambientales, priorizando siempre los intereses de sus socios y fomentando la innovación, formación y competitividad.

Mónica Oettinger Wohlgemuth, presidenta de SAVAL F.G., subraya que la fuerza de la unidad gremial ha sido crucial, impulsando alianzas estratégicas y ampliando la participación en aspectos clave como la sostenibilidad, la productividad y las políticas públicas equitativas. En este sentido, resalta que el reciente aniversario, celebrado en diciembre, no solo fue una ocasión para honrar a los visionarios fundadores de SAVAL, sino también para reafirmar el compromiso con un futuro basado en la colaboración, la resiliencia y la sustentabilidad.

 

-Hace poco más de un año asumió la presidencia de SAVAL ¿Cómo ha sido la experiencia de transitar desde la gestión en el campo familiar al mundo gremial, representando a los productores de la región de Los Ríos?

La verdad es que no tenía experiencia previa en el trabajo gremial, ya que venía del ámbito de la gestión en el campo. Sin embargo, siempre creí que era fundamental formar parte de un gremio, compartir ideas y aprender de la experiencia de otros agricultores. Por eso decidí unirme a Saval. En 2021 ingresé al directorio, y en 2023 fui elegida presidenta.

 

-¿Cómo se valora hoy el legado de los fundadores en la década del 40?

SAVAL fue fundada hace más de 80 años por un grupo de agricultores que compartían la visión de que, al trabajar juntos, podrían lograr más en términos de conocimiento y experiencia. Esta idea sigue siendo la base de nuestra labor hasta el día de hoy: fomentar el trabajo colaborativo para alcanzar mejores resultados en el ámbito agropecuario.

Nuestro gremio hoy abarca diversos rubros, lo que ha implicado para mí un proceso de aprendizaje continuo en cada uno de ellos. Representamos a productores de leche, carne, forestales, lúpulo, y contamos con socios que son agricultores, además de gremios asociados. Esta diversidad nos fortalece y nos permite abordar de manera integral las necesidades y desafíos del sector.

 

-El agro ha evolucionado mucho en 80 años. ¿Cuáles son los desafíos de hoy?

Los desafíos en la agricultura son diarios y permanentes, ya que todo va cambiando constantemente. Uno de los grandes problemas que enfrentamos es el factor climático, el cual no podemos controlar. Además, la mano de obra representa un desafío importante. No estamos enfocándonos lo suficiente en la educación desde el inicio, como en los liceos agrícolas y en las escuelas con vocación agrícola, así como en los niveles técnico superior.

Otro gran reto es reencantar a los jóvenes con el trabajo agrícola. Creo que este es uno de los puntos más relevantes: lograr que los jóvenes no migren del campo a la ciudad y que puedan ver el trabajo en el campo como una actividad con futuro. Cada vez más, las actividades agrícolas están más mecanizadas, lo que abre oportunidades para que las nuevas generaciones aprendan a manejar estas tecnologías y contribuyan significativamente al desarrollo del sector agrícola.

 

-En ese sentido, ¿cómo cree que debe ser la vinculación con la academia y las instituciones educativas?

En los campos, siempre estamos necesitados del apoyo de nuestros trabajadores. La labor que realizamos no sería posible sin ellos. La idea es poder captar y reencantar a los jóvenes desde pequeños, especialmente aquellos que viven en las zonas rurales cercanas a los campos. Queremos que se interesen por las escuelas agrícolas y que, posteriormente, puedan continuar sus estudios en el nivel técnico superior, con la posibilidad de regresar al campo a aplicar lo que han aprendido. Estamos trabajando en colaboración con la Corporación de Desarrollo del Sur para que los jóvenes puedan realizar prácticas en los campos y adquirir experiencia. Además, nos estamos preocupando por la formación de los docentes, para que estén alineados con la evolución de la mecanización en la agricultura.

Las máquinas de hoy son altamente computarizadas, desde las cosechadoras hasta las lecherías, y el trabajo agrícola requiere cada vez menos esfuerzo físico y más habilidades en el manejo de tecnología, como la computación. Incluso, muchos problemas que antes se resolvían manualmente ahora pueden solucionarse a través de los teléfonos móviles. Es fundamental que los estudiantes estén preparados para estos avances y puedan aportar con su conocimiento en el campo.

 

-¿Qué papel juega la sostenibilidad para los agricultores hoy?

-Los agricultores jugamos un papel clave en el cuidado de la tierra, ya que si no podemos producir de manera eficiente, no podemos sustentar nuestra actividad. Por eso, somos los primeros en velar por la salud de nuestra tierra. Adoptar prácticas sostenibles requiere tiempo y, a menudo, sacrificios económicos. Es necesario reducir la carga de trabajo agrícola para permitir que el terreno se recupere adecuadamente y puedo seguir produciendo a largo plazo.

En nuestros campos, trabajamos no solo con las praderas, sino también con bosques nativos, que son un elemento importante en nuestro esfuerzo por ser más sostenibles. Además, estamos implementando proyectos como la cuantificación y georreferenciación de plásticos de silo, que nos permiten identificar y controlar los residuos generados en el campo. La idea es poder ubicar dónde quedan los residuos, gestionarlos adecuadamente y asegurarnos de que el espacio esté más ordenado. A través de estas iniciativas, también buscamos obtener certificaciones que avalen nuestro compromiso con la sostenibilidad.

Es importante destacar que todo este proceso de transición hacia la sostenibilidad requiere tanto una inversión de tiempo como de dinero. Sin embargo, creemos que es un cambio necesario y rentable a largo plazo, ya que no solo mejora el entorno, sino que también fortalece la actividad agrícola de manera responsable.

 

-¿Cuáles son los temas importantes hoy para el agro regional y del sur? Imagino que la seguridad es uno de ellos.

-La puesta en marcha de la Ley de Usurpaciones (Ley 21.633) en el sector agrícola de Chile ha sido clave para abordar de manera más efectiva el problema de las ocupaciones ilegales de tierras agrícolas, especialmente aquellas que involucran violencia o intimidación. Esta ley establece un marco legal que permite enfrentar este tipo de delitos y proteger los derechos de los propietarios, buscando equilibrar la protección de la propiedad privada con las necesidades sociales y políticas relacionadas con el acceso a la tierra. De esta forma, se busca garantizar la producción de alimentos para el país.

Otro tema relevante es la reciente publicación de la Ley 21.664, que modifica el Código Sanitario para definir el concepto de carne. Esta ley, que entrará en vigencia el 18 de noviembre de 2025, se enmarca dentro de un conjunto de normativas que resguardan las denominaciones de productos agrícolas, como la leche y la miel. Esto significa que a partir de esa fecha no se podrá etiquetar como ‘carne’ a productos alimenticios que no provengan de animales. También es importante señalar la postergación de la entrada en vigencia de la norma sobre emisiones para maquinaria fuera de ruta. Esta norma, que se basaba en los estándares europeos Tier 4, había generado un aumento significativo en los costos de los tractores y afectaba el acceso de los agricultores a la maquinaria necesaria para sus labores.

Finalmente, estamos atentos al proyecto de ley en segundo trámite en el Senado sobre las foodtech o alimentos simulados. Esta iniciativa avanza en la misma línea de las leyes que ya han sido aprobadas por el Congreso, reservando el uso de los términos ‘carne’, ‘leche’ y ‘miel’ exclusivamente para productos de origen animal.

 

-¿Cómo han visto el aumento del peso específico de la región en la producción nacional de leche?

Este año, como mencionaba, ingresamos a la Federación Nacional de Productores de Leche, y hemos observado un aumento significativo en la producción. Este incremento está relacionado, en parte, con los efectos climáticos, que han influido de manera positiva en la producción. Además, se trata de una producción que ha sido bastante constante, sin grandes fluctuaciones al alza o baja a lo largo del tiempo.

En cuanto al consumo, también se ha mantenido bastante estable a nivel nacional, lo que ha favorecido la estabilidad de la leche como producto. Por lo tanto, hoy en día, la industria láctea se encuentra en una posición bastante sólida, con un buen incentivo para mantener la continuidad de la producción.

 

-¿Cuál cree que es la clave para relevar la importancia del trabajo agrícola en la región?

-Es clave visibilizar el impacto que tiene el trabajo agrícola a nivel regional. Nosotros estamos trabajando intensamente con el Gobierno Regional para hacer entender que la agricultura es un sector fundamental en la región. No solo genera una alta rentabilidad, sino que también es un motor de empleo significativo. Es crucial que las autoridades reconozcan que el trabajo agrícola mueve una gran cantidad de dinero y crea muchos puestos de trabajo, lo que convierte a este sector en un área clave que debemos resguardar.

Un aspecto importante es fomentar más apoyo y financiamiento para los agricultores. Necesitamos que haya más proyectos disponibles, con recursos destinados al sector, para que los agricultores puedan postular y acceder a ellos. Además, es fundamental que sigamos trabajando de manera conjunta y en alianza con otras instituciones. El desafío, sin embargo, es que el sector agrícola es tan diverso, con diferentes tiempos de siembra y condiciones, lo que dificulta a veces la coordinación entre los distintos actores.

Nosotros hacemos esfuerzos para organizar actividades que permitan que los socios se conecten y compartan opiniones, ya que muchas veces nuestra labor también incluye ayudar a desbloquear problemas y ofrecer soluciones. Esto lo hacernos a diario y tenemos excelentes alianzas, tanto con la DGA o la Fiscalía, por ejemplo, lo que nos permite seguir adelante con un trabajo constante. Creo que, en el futuro, debemos continuar en esa línea, fortaleciendo estas alianzas y visibilizando aún más la importancia del sector agrícola en nuestra región.

 

-Qué mensaje le gustaría transmitir a los agricultores de cara a 2025?

Que estamos en el buen camino. La agricultura está avanzando de manera positiva. Es importante enviar un mensaje a los agricultores para que se sumen a una asociación o una Federación Gremial. De esta forma, podemos estar en contacto y brindarles apoyo en diversas áreas, como la seguridad laboral, el cumplimiento de las normativas y la promoción de la competitividad, además de visibilizar el trabajo agrícola. Pertenecer a una organización permite trabajar en conjunto para abordar desafíos comunes. En cuanto a la temporada actual, confiarnos en que será positiva, especialmente para las cosechas de frutas y cereales. Sabemos que el clima siempre es un factor impredecible, pero confiamos en que, a pesar del calor intenso que se avecina, será una buena temporada.

 

Fuente: Diario Austral Región De Los Ríos – Campo Sureño

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