La producción de leche en Argentina continúa mostrando señales de recuperación. El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), durante marzo de 2025 se produjeron unos 816,4 millones de litros, lo que representa un aumento del 15,9% respecto al mismo mes del año pasado.
A nivel acumulado, el primer trimestre del año exhibe una suba interanual de 9,7%, superando incluso la estimación inicial del propio Ocla, que preveía un crecimiento de 9,1%.
Aunque marzo suele mostrar una caída estacional frente a febrero -en torno al 4-5% en promedio diario-, este año el descenso fue apenas de 0,7%, lo que refuerza la solidez del repunte.
El Ocla ya había proyectado para todo 2025 un crecimiento del 5,7% en litros totales y de 6% en promedio diario, metas que, de sostenerse la tendencia del primer semestre, podrían incluso ser superadas.
Para igualar el volumen total de 2023, la producción debería aumentar 6,9% anual, y para alcanzar los niveles de 2022, 9,1%. Con los resultados del 1er trimestre en mano y la recuperación que se espera también para abril, ambas metas parecen viables.
El fuerte crecimiento del primer trimestre también se explica por la baja base de comparación: en los primeros tres meses de 2024, la producción había caído 13,9%, en medio de un escenario de crisis sectorial. Como advirtió Rabobank en su informe global, “las débiles cifras comparables facilitan un crecimiento significativo”.
Sólidos útiles también en alza
Además del volumen en litros, otro dato positivo es el incremento en la producción de sólidos útiles (grasa butirosa + proteína), que crecieron un 11,7% respecto al primer trimestre de 2024 (+13% en promedio diario). El contenido promedio de sólidos pasó del 7,02% al 7,15%, lo que refuerza el mejor perfil nutricional y comercial de la leche producida.
De hecho, la producción de sólidos en marzo de este año fue 2,5% superior a la de marzo de 2023, lo que consolida la recuperación también en calidad.
Buenas perspectivas para el resto del año
Con un abril que se perfila como otro mes positivo -debido a mejores condiciones meteorológicas y precios más favorables en términos históricos-, el 1er semestre de 2025 podría marcar un récord de recuperación. En tanto, el 2do semestre mostrará un crecimiento más moderado, ya que en la segunda mitad de 2024 la producción había comenzado a estabilizarse.
De sostenerse las actuales condiciones -con una mejora del consumo interno, buen clima y un escenario internacional más favorable-, el sector podría cerrar el año con un crecimiento de entre 5 y 7%, recuperando parte del terreno perdido en los últimos 2 años. (Noticias AgroPecuarias)