En concreto, la factoría ya ha comenzado a fabricar los nuevos multipacks tanto de NESTLÉ EXTRAFINO como de NESTLÉ POSTRES en los que ha eliminado el plástico que envuelve las tabletas y lo ha sustituido por una pegatina lateral de papel. Asimismo, esta medida también afecta a otras marcas de Nestlé Francia y Grecia que se elaboran en este centro de producción.
Las obras, que se iniciaron a finales de 2024 y finalizaron en el mes de abril, también han supuesto la renovación y optimización de las líneas de envasado. Asimismo, con esta nueva tecnología se ha conseguido disminuir el uso de plástico virgen en 44 toneladas, con respecto al volumen del año anterior.
Para Diana del Campo, directora de la fábrica de Nestlé en La Penilla de Cayón, «esta nueva inversión de Nestlé en nuestra fábrica refuerza el compromiso de la compañía con la alimentación sostenible y la innovación en el envasado.
La transición hacia multipacks sin plástico para las tabletas de chocolate Nestlé no solo representa un avance significativo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también responde a la creciente demanda de los consumidores por productos más sostenibles.
Al sustituir el plástico por materiales como el papel, estamos dando un paso importante hacia un futuro más responsable y alineado con los valores corporativos. Esta inversión también permite mejorar la eficiencia de los procesos productivos, contribuyendo así a un modelo de negocio más sostenible».
En la actualidad la fábrica emplea alrededor de 900 personas. Con un volumen global de fabricación de unas 86.000 toneladas en 2024, el 48% de su producción anual se exporta a Europa –a países como Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Grecia y Portugal, entre otros-, así como a países de Oriente Medio.
Medidas en sostenibilidad
La fábrica de Nestlé en La Penilla se caracteriza por ser pionera en el cuidado del medio ambiente. Así, la planta inauguró su primera depuradora de aguas residuales en 1966, veinte años antes de que la ley obligara a ello.
Asimismo, la factoría ha registrado en el último lustro una reducción en el uso de agua de un 41%.
La implementación de circuitos cerrados con torres de refrigeración ha propiciado en gran medida que este centro de producción haya registrado un descenso de más de 500.000 m3 entre 2020 y 2024.
Junto con esta destacada reducción en el uso de agua, la fábrica de Nestlé en La Penilla también ha desarrollado en los últimos años diversas medidas que demuestran su amplio compromiso medioambiental.
Así, cuenta con un sistema de bomba de calor que aprovecha la energía residual procedente de la planta de producción de frío de la factoría para calentar el agua que se utiliza tanto en los procesos productivos como en la climatización de la planta.
Asimismo, en 2022 también entró en funcionamiento una caldera de biomasa, que utiliza la cascarilla resultante del proceso de torrefacción del cacao como materia prima para la obtención de vapor.
Además, toda la energía eléctrica que se compra en este centro de producción proviene de fuentes renovables. Esta factoría también ha logrado ser “cero residuos a vertedero”, al minimizar la generación de los mismos y fomentar su reutilización, reciclaje o valorización.