Colombia respira solidaridad empresarial. Después de que se conociera que Frisby enfrenta una batalla legal por cuenta del registro que personas ajenas a la marca hicieron en España, una ola de apoyo se ha volcado sobre la popular empresa nacida en Pereira. Entre las destacadas firmas que han respaldado a la cadena de pollo frito aparecen las compañías de Alpina y Alquería, que desde el sector lechero han incentivado el crecimiento de la industria nacional.
Bajo ese panorama, Carlos Cavelier, presidente de Alquería y reconocido humanista, sorprendió con una reflexión en sus redes sociales. En su mensaje, bastante compartido por los estudiantes universitarios, retrató el momento que vive el país por cuenta de su opinión sobre uno de los restaurantes más queridos por los colombianos: Crepes & Waffles.
El mensaje del dueño de Alquería
Carlos Enrique Cavelier, heredero del legado que crearon su padre, Enrique Cavelier Gaviria, y su abuelo, Jorge Cavelier Jiménez, ha luchado para que la empresa mantenga el horizonte claro a pesar de las dificultades. No en vano, su gestión en 1998 —cuando Alquería tuvo que acogerse a la ‘ley de quiebras’, la 550— es destacada en las clases de administración de empresas. Por eso, sus reflexiones, cuando la firma tiene ocho plantas de producción y recoge más de 350 millones de litros de leche, tienen un impacto enorme.
Alquería estuvo a punto de desaparecer. Entramos en la ley de quiebras, pues no teníamos cómo pagar la nómina. La angustia y el miedo nos paralizaba, pero fueron nuestra familia y nuestro equipo los que nos ayudaron a levantarnos. Nos enseñaron que el verdadero éxito no está en evitar caídas, sino en aprender a levantarnos más fuertes.
Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería
En su más reciente mensaje, Cavelier se concentró en la innovación. Recordando ideas que nacieron en las universidades y que no se quedaron en el papel, la cabeza de Alquería hizo una invitación a creer en las ideas y su implementación.
“Un estudiante de la Universidad de Yale hace muchos años escribió un ensayo sobre un sistema de entregas ultrarrápido. Su profesor lo calificó mal. “Esto no funcionará en la vida real”, le dijo. Pero el estudiante era Frederick Smith y su idea era FedEx. Se retó. Lo que su profesor desechó en un papel se convirtió en una compañía que hoy mueve millones de paquetes al día y vale miles de millones de dólares. No fue el único”, dijo el antropólogo y sociólogo de entrada.
Después, aterrizando los ejemplos a la realidad nacional, Cavelier se refirió a la realidad del restaurante de Crepes & Waffles.
La floricultura en Colombia nació de una tesis en la Universidad de California Davis. Y Crepes & Waffles, que todos conocemos tanto, empezó como un simple proyecto estudiantil de dos novios, ‘Lalo’ Macías y Beatríz Fernández. El problema no es la falta de ideas, es que muchos no tienen la valentía de creer en ellas e implementarlas.
Al final, en una conclusión sobre estos casos de éxito, quien prefiere autodenominarse como ‘Coordinador de sueños’, manifestó: “La ejecución se desayuna todos los días con nuevas ideas, la innovación nunca está en los planes hasta que cambia el mundo”.