Una familia tambera apuesta por la industrialización local, sumando empleo, desarrollo y competitividad en origen.
Un proyecto con raíces locales
En Calchín Oeste, una familia tambera concretó un viejo anhelo: transformar su propia leche en productos elaborados. El impulso para construir una planta surgió de la necesidad de agregar valor en origen, capitalizando años de trabajo en el campo con una visión a futuro.
Valor agregado y arraigo rural
La planta permite procesar leche directamente desde el tambo, lo que representa una mejora sustancial en márgenes, logística y control de calidad. Este modelo acorta la cadena, impulsa la economía local y genera empleo genuino, fortaleciendo el arraigo en zonas rurales.
Tecnología al servicio del productor
El nuevo establecimiento está pensado para cumplir con estándares de calidad que demandan trazabilidad, frescura y diferenciación regional. La inversión tecnológica contribuye a que el tambo familiar sea más competitivo, incluso frente a los desafíos del mercado actual.
Inspiración para otros productores
La experiencia demuestra que es posible pasar de proveedor de materia prima a elaborador de alimentos. Este tipo de proyectos motiva a otros pequeños y medianos productores a pensar en la agroindustria de cercanía como una estrategia viable y sustentable.
Un modelo para multiplicar en la lechería argentina
En un contexto de cierres de tambos y plantas en crisis, esta iniciativa marca un camino posible: inversión, trabajo y compromiso con la comunidad como claves para sumar valor, defender la producción nacional y dinamizar la cadena láctea desde abajo hacia arriba.
Fuente: TodoAgro – La historia detrás de la nueva planta láctea en Calchín Oeste