Tras un año de crecimiento, la producción de leche entra en su clásico bache veraniego; estabilidad de precios y riesgos climáticos condicionan el mercado.
Desde abril de 2025, la producción lechera mundial ingresó en una fase de desaceleración estacional, típica en julio, luego de un sólido crecimiento interanual del +1,7 % impulsado por la recuperación en la Unión Europea (+1,1 %) y América del Sur, tras años adversos .
Europa y el hemisferio norte ya pasaron su pico primaveral, por lo que se observa una caída gradual mensualmente. En Oceanía, Australia y Nueva Zelanda comenzaron su período más bajo de producción en mayo, que se extenderá hasta agosto .
La estacionalidad contrasta con Sudamérica: en Argentina y Uruguay la producción se mantiene en ascenso incluso en este periodo, aunque el dinamismo global tiende a debilitarse .
Roberto Brazzale, de Brazzale SpA, destaca que los márgenes para productores están en niveles altos —excepto en China— lo que normalmente incentivaría mayor oferta, pero la producción global lucha por satisfacerse ante la demanda sostenida .
Los precios se mantienen firmes gracias a la oferta limitada, pero podrían resentirse ante eventos climáticos adversos o subas repentinas de la demanda. El seguimiento cercano de la producción será clave para anticipar movimientos en el mercado de lácteos .
Fuente: Diario Lechero – Lechería Mundial: comienza la desaceleración estacional