ESPMEXENGBRAIND

14 Ago 2025
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El rendimiento por vaca en Argentina se ubica entre 10.000 y 11.000 litros anuales, marcando un fuerte avance productivo.
La producción argentina de leche creció 9%

El sector celebra la recuperación del 9% en la producción de leche y un alto rendimiento por vaca, pero productores alertan sobre el estancamiento de precios que frena la inversión a largo plazo.

La industria láctea argentina ha mostrado una notable capacidad de recuperación en el primer semestre del año. Según datos oficiales, la producción de leche ha crecido cerca de un 9%, una cifra que, aunque positiva, es vista como una “recuperación moderada” tras un 2023 particularmente difícil para el sector. Este crecimiento es un indicativo de la resiliencia y el esfuerzo de los productores lecheros por adaptarse y mejorar sus operaciones a pesar de un entorno económico complejo.

Un análisis de la productividad revela un dato clave: el rendimiento por vaca se sitúa entre 10.000 y 11.000 litros anuales. Sin embargo, un experto del sector ha señalado que, pese a lo robusto de esta cifra, aún se considera un nivel de productividad bajo en comparación con otros países líderes en ganadería lechera. Este comentario subraya la ambición del sector por seguir mejorando y la necesidad de continuar invirtiendo en genética y tecnología para alcanzar estándares internacionales más altos.

El repunte de la producción lechera es el resultado de una combinación de factores. Por un lado, se ha visto influenciado por políticas gubernamentales recientes que apuntan a la desregulación y la eliminación de ciertas barreras comerciales. Por otro lado, la adopción de nuevas tecnologías, como los robots de ordeñe, ha jugado un rol crucial en el aumento de la eficiencia, permitiendo a los productores optimizar sus procesos y reducir la dependencia de mano de obra intensiva.

A pesar de los buenos números de producción, el sector enfrenta un obstáculo significativo: el estancamiento de los precios. El artículo destaca que el valor que reciben los productores por su leche se ha mantenido prácticamente sin cambios durante los últimos 25 años, sin poder competir con la inflación. Esta situación genera un desequilibrio que dificulta la reinversión y frena la capacidad de la industria para crecer de forma sostenible y a largo plazo, creando incertidumbre sobre el futuro de la producción lechera en Argentina.

En conclusión, la industria láctea argentina se encuentra en una encrucijada. Con un crecimiento de la producción que demuestra su potencial y un consumo interno que se mantiene fuerte, el sector tiene bases sólidas. Sin embargo, la falta de precios justos y estables representa una amenaza latente para su desarrollo. La capacidad de superar este desafío y de crear un entorno de inversión más favorable será clave para determinar si la producción lechera del país puede consolidarse como un líder indiscutible en la región.

Fuente: InfoBrisas

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