La industria láctea panameña se enfrenta a un desafío crítico: los productores de leche denuncian que la suspensión de cuotas de importación está afectando gravemente su capacidad de subsistencia.
La industria láctea panameña se encuentra en un estado de alta tensión, ya que los productores de leche locales han levantado la voz para denunciar una crisis que amenaza su supervivencia. El foco del conflicto es la reciente decisión del gobierno de suspender las cuotas de importación para ciertos productos lácteos. Según los productores, esta medida ha abierto las puertas a una inundación de mercancía extranjera, generando una competencia que el sector nacional, con sus costos de producción más altos, no puede afrontar.
Desde la perspectiva de los productores, la suspensión de las cuotas es una acción que ignora la protección de la producción lechera local. Argumentan que el ingreso masivo de productos como leche en polvo y otros sucedáneos del exterior deprime los precios del litro de leche nacional, lo que genera una caída en sus ingresos que hace inviable su actividad económica. Esto, a su vez, desalienta la inversión, la mejora genética y la expansión de sus granjas.
Por su parte, el gobierno panameño, aunque no se explicita su postura en el artículo, generalmente defiende este tipo de medidas como una forma de garantizar el suministro y estabilizar los precios al consumidor. La suspensión de las cuotas de importación se puede presentar como una herramienta para prevenir desabastecimiento o para ofrecer precios más accesibles a la población. Esta tensión pone en evidencia la compleja disyuntiva entre proteger el mercado interno y responder a la demanda de los consumidores.
El impacto de esta crisis va mucho más allá de los productores en el campo. Si las granjas lecheras se ven obligadas a reducir su producción, la medida tendría un efecto dominó en toda la cadena de valor láctea, afectando a los centros de acopio, las plantas procesadoras y, en última instancia, a la economía rural. La sostenibilidad de la industria láctea de Panamá, que es un pilar de la soberanía alimentaria del país, está en juego.
Para que el sector pueda superar este momento de incertidumbre, se requiere una solución balanceada. Los productores reclaman políticas que no solo garanticen un precio justo para su leche, sino que también limiten la entrada de productos que compiten de forma desleal. La búsqueda de un acuerdo entre el sector productivo y el gobierno es crucial para encontrar un camino que proteja la producción nacional y asegure la estabilidad del sector lácteo a largo plazo.
Fuente: TVN Noticias