ESPMEXENGBRAIND

18 Ago 2025
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18 Ago 2025
Con una reducción de la cantidad de vacas en ordeñe a nivel global, el precio de la manteca alcanzó niveles récord. La producción láctea argentina podría liderar en ciertos productos, gracias a la especialización y el renombre.
La Cuenca Lechera de la Argentina vuelve a ocupar un papel mundial
Argentina es la cuarta productora de lácteos del sistema mundial.

Después de años de desafíos, la principal cuenca lechera argentina está recuperando su posición en el escenario global, impulsada por mejoras en la productividad, un aumento en la producción y una estrategia de exportación más sólida.

La industria láctea argentina está viviendo un momento de resurgimiento que la posiciona nuevamente en el mapa global. Después de un período marcado por la volatilidad económica y los desafíos climáticos, el sector lechero del país ha logrado revertir su tendencia, mostrando un crecimiento sostenido que lo diferencia del panorama internacional. Este retorno al protagonismo se apoya en una combinación de factores que están impulsando la producción y la competitividad en el mercado global.

Los números confirman este notable repunte. Según datos oficiales, la producción lechera nacional creció un impresionante 10.9% en el primer trimestre de 2025, un alza que se consolidó en el primer semestre con un aumento del 12%. Este crecimiento coloca a Argentina a la cabeza de la producción láctea mundial, en un momento en que otros países enfrentan una reducción de sus hatos. La estabilidad climática en las principales cuencas lecheras y las mejoras en la tecnificación de los tambos han sido cruciales para este logro.

El papel de las exportaciones es fundamental en este escenario. Aunque el volumen exportado experimentó una leve caída en los primeros meses del año, el valor total de las ventas externas se mantuvo o incluso creció ligeramente, gracias a la recuperación de los precios internacionales. La leche en polvo y los quesos se mantienen como los principales motores de las exportaciones, consolidando a Argentina como un proveedor clave para mercados de la región y a nivel global. El gobierno, a su vez, ha apoyado al sector con políticas como la prórroga de la quita de retenciones a las exportaciones lácteas.

A pesar del optimismo, el sector no está exento de desafíos. La industria láctea argentina sigue enfrentando la histórica volatilidad macroeconómica del país, la fluctuación en los costos de los insumos y los riesgos asociados al clima. Sin embargo, la estrategia de especialización en productos de alta calidad y la inversión en tecnología, como la robotización de los tambos, demuestran la resiliencia y la visión a largo plazo de los productores y las empresas.

En conclusión, el regreso de la cuenca lechera argentina al escenario mundial es una historia de perseverancia y adaptación. El crecimiento de la producción, la mejora en la competitividad y el enfoque en mercados de exportación demuestran el potencial del país para consolidarse como un actor relevante en la industria láctea global. Este renacimiento no solo tiene un impacto positivo en la economía nacional, sino que también ofrece un caso de estudio sobre cómo un sector puede superar la adversidad y encontrar su camino hacia la prosperidad.

Fuente: Clarín

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