Los tamberos de la principal cooperativa uruguaya, CONAPROLE, han incrementado sus entregas de leche en un 14% en la primera quincena de agosto, señalando un sólido inicio de la zafra de primavera.
La industria lechera de Uruguay está demostrando una notable recuperación, con un impresionante aumento en la remisión de leche a la principal cooperativa del país, CONAPROLE. En la primera quincena de agosto de 2025, las entregas de los tamberos han crecido un 13,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este notable repunte marca un inicio muy sólido de la zafra de primavera, un periodo clave para el ciclo productivo anual del país.
Este crecimiento no es un fenómeno aislado. El aumento de agosto se suma a una tendencia positiva que se ha mantenido durante todo el año. Según datos del Instituto Nacional de la Leche (INALE), la remisión total a las plantas industriales en el primer semestre de 2025 alcanzó los 924 millones de litros, lo que representa un crecimiento del 5,7% en comparación con el mismo periodo de 2024. Estos números subrayan la resiliencia del sector y la capacidad de los productores para recuperarse después de años difíciles.
La producción lechera del país está experimentando un “excelente año”, según Juan Parra, director de CONAPROLE. Este fuerte rendimiento llega después de dos años consecutivos considerados como “muy malos” para el sector. Aunque aún es pronto para confirmar si 2025 será un año récord en términos de producción, los indicadores actuales sugieren que será uno de los mejores periodos en la historia reciente de la lechería uruguaya.
El alza en las entregas a CONAPROLE, que es la principal empresa procesadora del país, tiene implicaciones significativas para toda la industria. Un aumento en la remisión de leche se traduce directamente en una mayor capacidad de producción para la cooperativa, lo que beneficia a toda la cadena de valor y fortalece la posición de Uruguay como un actor clave en los mercados internacionales. La mayor disponibilidad de materia prima también puede generar más oportunidades de exportación.
En conclusión, el crecimiento sostenido de la producción lechera en Uruguay, que culmina con el fuerte repunte de agosto, es una señal de optimismo para el futuro del sector. Después de enfrentar la adversidad, los productores y la industria demuestran su capacidad de adaptación. Esta dinámica no solo beneficia la economía local, sino que también refuerza la reputación de Uruguay como un proveedor confiable y de alta calidad en el mercado lácteo global.
Fuente: Blasina & Asociados