Un informe de FADA revela la significativa contribución del sector agroindustrial a las exportaciones del país. A pesar de la alta carga impositiva, la lechería, los granos y la carne se consolidan como pilares económicos.
Un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) ha vuelto a poner de manifiesto la vital importancia del sector agroindustrial para la economía del país. Según el análisis, el “campo” se consolida como el principal motor generador de divisas, un pilar fundamental para la estabilidad económica de la nación. La agroindustria no solo impulsa el crecimiento interno, sino que también es una pieza clave para sostener las finanzas externas de Argentina, lo que permite financiar las importaciones y dinamizar otros sectores de la economía.
Los datos del primer semestre de 2025 son contundentes. De un total de casi 40 mil millones de dólares exportados por Argentina, seis de cada diez provinieron directamente de las cadenas agroindustriales. Este impresionante aporte de divisas resalta la robustez del sector, que se mantiene como un protagonista central en el comercio exterior, a pesar de los desafíos internos y la volatilidad del mercado global.
Dentro de este panorama, el sector lácteo mostró una particularidad en el período analizado. El informe de FADA indica que, si bien el complejo de la lechería y el bovino experimentaron un aumento en el valor total de sus exportaciones en dólares, el volumen de productos vendidos en toneladas registró una caída. Este fenómeno sugiere que el incremento en los ingresos se debe principalmente a los mejores precios internacionales, lo que representa un alivio para los productores, aunque la baja en el volumen podría reflejar desafíos en la producción o en la demanda.
A pesar de su formidable capacidad de generar riqueza y divisas, el sector agroindustrial enfrenta una de sus mayores dificultades: la pesada carga impositiva. El informe de FADA señala que, en promedio, más del 60% de la renta de una hectárea agrícola se destina a impuestos, lo que deja un margen de ganancia muy limitado para el productor. Esta situación es una preocupación constante que podría limitar el potencial de crecimiento del sector y desalentar futuras inversiones.
En resumen, el análisis de FADA confirma que el futuro económico de Argentina está estrechamente ligado a su agroindustria. Sectores como los granos, la carne y la lechería no solo son importantes por los alimentos que producen, sino también por su rol estratégico como fuente de divisas. La publicación del informe no es solo una radiografía del pasado, sino un llamado de atención sobre la necesidad de políticas que incentiven la producción y permitan al “campo” liberar todo su potencial en beneficio de la economía nacional.
Fuente: El Litoral