Una reconocida compañía láctea de Cundinamarca, Colombia, ha emitido un comunicado para desmentir y aclarar los rumores sobre un supuesto fraude en su producción de yogur, reafirmando su compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria.
Una alerta sanitaria emitida por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia (Invima) puso en el ojo del huracán a una de las empresas lácteas más reconocidas de la región de Cundinamarca. La firma Inversiones y Lácteos La Vaca de Don Pedro & Cía S.A.S., productora del popular yogur Villa de Ubaté, se vio obligada a actuar con rapidez ante las acusaciones de presunto fraude. Esta situación subraya la importancia de la transparencia y la seguridad alimentaria en un mercado donde la confianza del consumidor es un activo fundamental.
La controversia se originó cuando Invima emitió una alerta, advirtiendo a los consumidores que algunos paquetes de yogur de la marca estaban siendo comercializados con un número de registro sanitario vencido. Esta irregularidad, catalogada por algunos medios como fraude, llevó a la entidad a recomendar no consumir el producto en varios de sus sabores más vendidos, entre ellos frutilla, durazno, mora y kiwi, generando una alarma considerable entre el público.
En respuesta, la empresa emitió un comunicado oficial para aclarar la situación. El texto desmintió que se tratara de un fraude, calificando el incidente como un “error de rotulación”. Según la compañía, el producto sí cuenta con un registro sanitario vigente (RSA-0023791-2023), válido hasta 2028, y el problema se debió a que algunos empaques llevaban impreso por equivocación un número de registro anterior y ya caducado. La firma reafirmó su compromiso con los estándares de calidad y la normativa legal.
Esta crisis de reputación ha generado reacciones mixtas entre los consumidores. Mientras que algunos aceptaron la explicación de la empresa, valorando su rápida respuesta, otros se mostraron escépticos y expresaron su desconfianza. La situación evidencia la fragilidad del vínculo entre el consumidor y la marca, un lazo que puede romperse fácilmente cuando surgen dudas sobre la integridad de la producción. La decisión final sobre si la aclaración de la empresa es suficiente para levantar la alerta recae en las autoridades de salud.
En definitiva, este episodio sirve como una lección para toda la industria láctea. En un entorno donde la información se difunde a gran velocidad, la gestión de crisis ya no puede limitarse a respuestas tardías o genéricas. La seguridad alimentaria y la transparencia son ahora pilares esenciales para la sostenibilidad de cualquier marca. Para empresas como La Vaca de Don Pedro, el futuro dependerá de su capacidad para no solo producir con calidad, sino también de comunicar de forma clara y honesta con sus clientes, garantizando que incidentes como este sean gestionados de manera ejemplar para preservar su integridad.
Fuente: Periodismo Público