Se reúne trabajadores, ministerios y el PIT-CNT en busca de una solución al conflicto por el cierre de la planta en Rivera
La industria láctea de Uruguay se encuentra en un punto crítico, con todas las miradas puestas en un encuentro decisivo. Este martes, representantes de la cooperativa Conaprole se sentaron a la mesa con la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), el PIT-CNT y los ministerios de Trabajo, Industria y Ganadería. El objetivo principal de la reunión es desactivar el conflicto laboral que se desató tras el anuncio de la empresa de cerrar su planta en la localidad de Rivera.
El clima de tensión ha escalado en las últimas semanas, con el sindicato implementando medidas de “trabajo a reglamento” que afectaron la eficiencia de las operaciones de Conaprole. Sin embargo, en un gesto de buena voluntad para facilitar el diálogo, el gremio decidió suspender temporalmente estas acciones hasta que se celebre el encuentro. La tregua busca darle a las negociaciones el espacio necesario para encontrar un punto de acuerdo que evite consecuencias mayores para el sector.
La crisis no solo ha afectado a la empresa y a sus trabajadores, sino que también ha tenido un impacto directo y negativo en los productores lecheros. Ante los retrasos en la recolección de leche causados por las medidas sindicales, los tamberos han denunciado pérdidas significativas, con reportes de desborde de tanques de frío. Esta situación pone en evidencia la fragilidad de la cadena de suministro láctea y cómo un conflicto laboral en una parte del sistema puede tener un efecto dominó que perjudica a los eslabones más vulnerables.
La reunión a tres bandas, con la presencia del gobierno, subraya la importancia estratégica del sector lechero para la economía uruguaya. Los ministerios involucrados buscan mediar y facilitar un acuerdo que garantice tanto los derechos de los trabajadores como la estabilidad de la empresa y la producción nacional. La industria láctea es un pilar fundamental para las economías regionales, y un cierre de planta no solo significaría la pérdida de empleos, sino también un duro golpe para toda la comunidad de Rivera.
El resultado de esta reunión será determinante para el futuro de la industria lechera uruguaya. Un acuerdo podría sentar las bases para una relación más estable y productiva, mientras que un fracaso en las negociaciones podría llevar a la reanudación del conflicto, con un impacto negativo aún mayor en el sector y en los productores. Todos los ojos están puestos en esta mesa de diálogo, esperando que la razón y la voluntad de consenso prevalezcan sobre el conflicto.
Fuente: Blasina y Asociados