En Laboulaye, provincia de Córdoba, Elso Esteban Iommi celebra más de 50 años dedicado a la lechería. A los 78, dirige dos tambos —La Antena y La Olguita— con aproximadamente 520 vacas en ordeño y un rodeo total de unas 1.100 cabezas sobre 525 hectáreas alquiladas. Produce cerca de 8.000 litros diarios, con un promedio de 38 litros por vaca.
Iommi destaca la adopción temprana de tecnologías: collares para monitorear rumia y salud, puertas apartadoras, guacheras techadas, silos, y buenas prácticas que aprovechan residuos como estiércol, grano, pajas. Señala que “las vacas no salen más a pastorear” sino que usan “ensenadas móviles” para seguridad e higiene.
Para él, lo esencial es el cuidado del animal: “aunque yo me prive de muchas cosas, ellas no se enteraron”, dice. Cree firmemente que alimentar bien a las vacas, mantener reservas (como silo) y priorizar bienestar repercute directamente en litros producidos.
Iommi también ha integrado conocimiento mediante los grupos CREA y servicio técnico: “compartir conocimientos me permitió multiplicar producción”. Y aunque sueña con robots de ordeño para el futuro, asegura que ya los collares y controles actuales hacen una diferencia significativa.
Pese a las crisis económicas, Elso mantiene esperanza y compromiso. Destaca la importancia de la familia: hija, yerno, nietos ya participan. En su visión, la lechería requiere estabilidad, tiempo y reconocimiento del esfuerzo; quiere que esto perdure, sin abandonar los valores que lo trajeron hasta acá.
Fuente: Bichos de Campo